Un informe elaborado por el área de Bienestar Social, a raíz del análisis de los datos que han aportado organizaciones que desarrollan programas de prevención en el ámbito de la prostitución, alerta del incremento de la presencia de redes dedicadas a la explotación sexual, que estarían detrás de muchas de las mujeres que ejercen en la calle y en clubes de alterne de la provincia.

Para la concejala de Bienestar Social, María Victoria Romero, este aumento de las mafias en torno a la prostitución explica el incremento del número de inmigrantes que en estos momentos ejercen en el polígono del Guadalhorce y que, según los datos que se derivan de las atenciones que se han realizado en la zona, superarían las 250 mujeres, a las que habría que sumar cerca de 70 transexuales, más de la mitad, extranjeros.

«En muchos casos, las redes prometen a las mujeres papeles y les dicen que, después de un tiempo en el polígono, van a conseguir trabajo en el servicio doméstico», asegura la edil, que reclama una actuación contundente de la Policía Nacional contra estas organizaciones mafiosas.

El informe municipal, que analiza las posibles actuaciones a desarrollar en el polígono del Guadalhorce en torno a la prostitución, recoge el dato de que en estos momentos, el 90% de las mujeres que ejercen allí son inmigrantes. La mayoría estaría en situación irregular; desconoce sus derechos y cómo ejercerlos, así como los beneficios que podrían obtener en caso de denunciar a las mafias que las explotan. Además, muchas de ellas desconocen incluso nuestro idioma, por lo que se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad.

Agresiones, robos y violencia de género son situaciones a las que se enfrentan con frecuencia, y la estigmatización social que sufren hace difícil que se acerquen incluso a los servicios sanitarios públicos.

Las nacionalidades de las mujeres ejemplifican que las mafias de la prostitución se ceban con aquellos colectivos que, por diferentes motivos, tienen más dificultades de integración. Así, en estos momentos son las mujeres rumanas las más numerosas, situándose en torno al centenar, seguidas por las nigerianas.

Aunque durante las intervenciones realizadas por organizaciones no gubernamentales no se ha detectado la presencia de menores, la franja de edad mayoritaria se sitúa entre los 18 y los 24 años, siendo algo mayor la edad de los transexuales, que, en algunos casos, presentan problemas relacionados con la automedicación y la autohormonación a la que se someten.

Distribución

Según empresarios del polígono del Guadalhorce, las prostitutas se distribuyen por las calles del mismo agrupándose por nacionalidades, y hay mujeres durante las 24 horas del día. Así lo afirma, por ejemplo, Ana López, presidenta de la Asociación de Polígonos de Málaga (Apoma), que además tiene un negocio allí: «Están mañana y noche. Es un problema muy grave, no sólo por la imagen que da a nuestros clientes, sino porque nos enfrentamos a situaciones muy desagradables y peligrosas». Una de estas situaciones se refiere a la costumbre de algunas mujeres de tirárse prácticamente a los coches, según relata esta empresaria: «Nos encontramos los preservativos por las calles, e incluso hay quien ha practicado el sexo en lugares muy visibles al público».

La presidenta de Apoma afirma que el martes mantuvo una entrevista con el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, en la que se abordó la problemática: «Se trata de una explotación para ellas, y una situación denigrante para las mujeres. Nosotros, los empresarios y los trabajadores del polígono, también somos víctimas», asegura. No obstante es pesimista en cuanto a que se encuentre una solución definitiva al problema.

Alameda de Colón

Además del polígono del Guadalhorce sigue existiendo prostitución de calle en la Alameda de Colón, aunque buena parte de las mujeres que ejercían en esta zona han terminado por trabajar en clubes o pisos particulares. En esta zona, se ha prestado algún tipo de asistencia a medio centenar de mujeres, casi todas españolas.