Una candidata ultra de Austria tacha a Mahoma de pederasta
El Mundo, , 17-01-2008Suzanne Winter, que se presenta a la alcaldía de Graz por el antiguo partido de Haider, compara la llegada de musulmanes a su país con un ‘tsunami’ Corren incómodos tiempos electorales para los inmigrantes en tierras de habla germana. Sobre todo para los de confesión musulmana, e incluso si estos son de segunda o tercera generación y disponen de nacionalidad alemana, austriaca o suiza.
Si en el estado germano de Hesse las recetas populistas del democristiano Roland Koch contra la «violencia juvenil extranjera» – endurecimiento de penas, expulsión – han incomodado a su propio partido y desatado la polémica en la campaña regional con el aplauso de los neonazis, en Austria el escándalo lo ha servido con menos sutilezas la candidata del ultraderechista Partido Popular (FPÖ) a la alcaldía de Graz, Susanne Winter.
En una fiesta campestre del partido el domingo y con la asistencia de unos 3.000 simpatizantes, Winter no perdió tiempo en medir sus palabras y tras las consabidas «advertencias» sobre la expansión en la pequeña Austria del islam – «al que es hora de expulsar de donde vino, tras el Mediterráneo» – arremetió contra uno de sus elementos sagrados, el profeta Mahoma.
Ante los gritos socarrones de «¡hilfe!, ¡hilfe! [¡ayuda!, ¡ayuda!]» de un público entregado, la política extremista Winter aseguró que «en el sistema actual», Mahoma sería considerado un «pederasta».
Se basaba Winter en los hadiz o supuestos episodios de la vida del profeta musulmán recopilados un siglo después de su muerte en el año 632. En ellos, tan susceptibles a interpretaciones como el propio Corán, se contaría que Mahoma dispuso de al menos nueve esposas, cinco más de las permitidas en el texto sagrado. Con una de ellas, Aisha, se habría desposado cuando ésta contaba con seis años, si bien hasta los nueve no se consumó el matrimonio, según la tradición.
«Incitación» al odio
Por si acaso sus palabras en directo no habían resultado contundentes, al día siguiente Winter aseguraba al Süddeutsche Zeitung que el abuso de menores era una práctica «extendida» entre los musulmanes, cuya llegada a Austria comparó con un tsunami. En 20 o 30 años, según ella, la mitad de la población profesará la religión islámica.
Las palabras han desatado las iras de las asociaciones de inmigrantes y de la mayoría de los partidos políticos. La Justicia austriaca, por su parte, ya habría empezado a mover sus engranajes y Winter podría ser condenada hasta a dos años de prisión por «incitación» al odio racial, según Der Spiegel.
El responsable de una asociación musulmana, Al Rawi, calificaba las palabras de Winter de falsas y «faltas de respeto». Para este representante los ataques a su confesión han alcanzado tal nivel en periodo electoral «que uno preferiría vomitar».
Winter sigue la estela de Jörg Haider, fundador del FPÖ que en los 90 llegó al Parlamento con un discurso trufado de xenofobia e incluso se convirtió en bisagra de gobiernos. Actualmente no es miembro del partido. A las elecciones de Graz, que se celebran el próximo fin de semana, también se presenta otro grupo ultraderechista, la Asociación por el Futuro de Austria.
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