MARISA CRUZ

MADRID.- El presidente del Gobierno anunció ayer un Plan Nacional con 57 medidas destinadas a impulsar el entendimiento, la tolerancia y el diálogo entre culturas y religiones, objetivos centrales de la Alianza de Civilizaciones que él mismo propuso en 2004 en la ONU. En el citado plan se incluyen ayudas para las religiones minoritarias, así como un respaldo por parte del Estado a la producción de películas y series que promocionen los valores de la Alianza.

Zapatero expuso las líneas generales y la finalidad de sus propuestas en la inauguración del I Foro de la Alianza de Civilizaciones, que se desarrolla en Madrid y al que asistieron, a costa del presupuesto español, más de 350 participantes de la más variopinta condición.

A última hora de la tarde de ayer, desde Presidencia del Gobierno se aseguró que la organización del evento ascendió a 2,6 millones de euros, pero no se informó de la financiación aproximada que requerirá la puesta en marcha de las medidas del plan nacional, incluido el futuro nombramiento de un coordinador general del mismo que contará con la infraestructura apropiada.

Hasta la fecha, España, con dos millones de euros, ha sido el primer contribuyente a la Alianza de Civilizaciones, pero ayer fue superada ampliamente por países como Qatar, que de una tacada puso sobre la mesa 100 millones de dólares para impulsar el empleo entre los jóvenes de Oriente Próximo y el Norte de Africa. La contribución del emirato árabe fue anunciada por la jequesa Mozah bint Nasser.

Otra mujer, la reina Noor de Jordania, viuda de Hussein, también acaparó la atención al ofrecer 10 millones de dólares para el fondo de la Alianza dedicado a los medios de comunicación. Con este programa se pretende promover y apoyar películas, series y contenidos televisivos que promuevan el entendimiento y el respeto entre sociedades y culturas diferentes.

Productoras y agencias

Entre los colaboradores de esta iniciativa figuran productoras y agencias de Hollywood responsables de trabajos como el documental de Al Gore, Una verdad incómoda, sobre el cambio climático, o la mayor plataforma de contenidos audiovisuales on line, YouTube, que proyecta crear un canal dedicado a la Alianza de Civilizaciones.

Por parte española, Zapatero anunció entre otras medidas un plan de formación académica del personal religioso de las confesiones minoritarias, así como un programa de becas y ayudas para los mismos.

El presidente aseguró que dichas religiones, que tienen acuerdo con el Estado (islámica, evangélica y judía), se seguirán enseñando en las escuelas, al mismo tiempo que se impulsarán programas de capacitación para el profesorado general en cuestiones relativas a la pluralidad religiosa y cultural.

En este paquete se incluye igualmente un plan de becas para estudiantes universitarios originarios del Magreb y un plan de formación de arabistas españoles.

El Gobierno español, además se muestra dispuesto a «respaldar» la producción o coproducción de películas y series que promocionen los valores de la Alianza, así como a elaborar una Guía de Tratamiento Mediático de los asuntos que tengan que ver con la diversidad cultural, la tolerancia o la resolución pacífica de conflictos.

También plantea la creación de un Cuerpo de Voluntarios de la Alianza, la convocatoria de un encuentro mundial de jóvenes líderes estudiantiles, el fomento de la incorporación de inmigrantes a las organizaciones sindicales o la elaboración de Códigos de Buenas Prácticas destinados al personal sanitario, de prisiones, de las Fuerzas Armadas y al empresariado.

Zapatero, en su intervención inaugural del Foro, aseguró que la Alianza «ha venido a llenar un vacío» porque ha identificado un problema real, «el de la gestión de la diversidad en un mundo globalizado», que «trata de ser manipulado de manera interesada por sectores extremistas y radicales que invocan conflictos religiosos o culturales supuestamente insolubles», y que incluso llegan a utilizar como instrumentos «el terrorismo y el asesinato de inocentes».

En este sentido, la Alianza, según su teoría, «pretende ser una herramienta para el encuentro», un «instrumento de movilización deseado por millones de seres humanos que quieren y saben vivir en paz».

Zapatero advirtió, no obstante , de que la Alianza sólo se consolidará «en la medida que los estados la integren en sus políticas nacionales» y, en este sentido, puso el ejemplo de su plan para España que pretende «traducir a escala nacional» los objetivos concretos de la iniciativa «integrándolos en su política exterior y de cooperación y en sus políticas internas sectoriales».