José Luis Rodríguez Zapatero presentó ayer su Plan Nacional para la Alianza de Civilizaciones, que propone cincuenta y siete medidas para fomentar el entendimiento entre culturas y ‘aislar’ a quienes utilizan la diversidad racial o religiosa para avivar la intolerancia y el extremismo. Junto al secretario general de la ONU, Ban – Ki – moon, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el presidente del Gobierno inauguró el I Foro de la Alianza de Civilizaciones, en cuyo seno 350 expertos de 63 países buscan fórmulas para superar prejuicios e impulsar el conocimiento intercultural.

Rodríguez Zapatero, impulsor en 2004 del proyecto de Alianza de Civilizaciones, que la ONU hizo suyo un año después, explicó en su discurso de apertura que sus principales objetivos son «movilizar a esas grandes mayorías de la población que desean y saben que pueden vivir en paz», «tender puentes» para superar diferencias ligadas a cuestiones religiosas o culturales y «contrarrestar la utilización política de la diversidad». La Alianza, resaltó, no pretende sustituir o reemplazar aquellas decisiones que sólo los Estados o las partes en conflicto pueden tomar, sino «facilitar y acompañar el proceso».

Intercambios

El jefe del Ejecutivo señaló que las metas de la Alianza de Civilizaciones se lograrán cuando los Estados la integren en sus políticas y conviertan sus objetivos – tales como el fomento de la paz, el respeto al diferente y la igualdad de género – en principios rectores de sus políticas interior y exterior. Para dar ejemplo, presentó un documento, que elevó a la categoría de «estrategia nacional», con recomendaciones políticas para aplicar a «corto, medio y largo plazo» en los cuatro ámbitos – educación, juventud, migraciones y medios de comunicación – señalados por el Grupo de Alto Nivel de la ONU para la Alianza de Civilizaciones en el informe que presentó en Estambul en noviembre de 2006.

Entre las actuaciones propuestas figuran el fomento en las escuelas de la convivencia entre alumnos de distintas culturas y religiones, y los intercambios con estudiantes de ambos sexos, en particular del mundo árabe. También prevé la formación de arabistas españoles y una serie de iniciativas para evitar la explotación y marginación de los inmigrantes y fomentar la igualdad de oportunidades. Para su implementación, el Gobierno nombrará a un coordinador nacional. El presidente del Ejecutivo no quiso dar nombres, pero según algunas fuentes podría ser el embajador Máximo Cajal, principal arquitecto de la Alianza de Civilizaciones y coautor del plan presentado ayer.

El primer ministro de Turquía y copatrocinador del proyecto también dio ejemplo y presentó su estrategia nacional. Erdogan, que definió la Alianza de Civilizaciones como «una respuesta global a un problema global», vinculó el éxito de la iniciativa con la entrada de su país en la UE. Cualquier traba en su ingreso será también «un obstáculo para la paz y la estabilidad en el mundo», señaló.

El mandatario turco resaltó que en su país conviven de manera «ejemplar» distintos grupos religiosos y culturales, y avanzó que su plan consistirá en fomentar «el pluralismo, el respeto por la dignidad humana y la igualdad de género». Turquía acogerá en 2009 el II Foro de la Alianza de civilizaciones.