Los límites de la tolerancia

Canarias 7, Pedro Villalar, 16-01-2008

La cita, muy certera, está tomada de la obra de Sartori ‘La sociedad multiétnica’ (pág. 42 de la edición española): “La tolerancia es tolerancia (su nombre lo indica) precisamente porque no presupone una visión relativista. Quien tolera tiene creencias y principios propios, los considera verdaderos y, sin embargo, concede que los otros tengan derecho a cultivar ‘creencias equivocadas’. La cuestión es importante porque establece que el tolerar no es, ni puede ser, algo ilimitado”.

Viene esto a cuento, es obvio, de la reunión del Foro de la Alianza de Civilizaciones, que comenzó con brillantez ayer y que, poco a poco, se abre paso entre intransigencias diversas de la mano de Naciones Unidas. Y es que la conveniencia, y aun necesidad, de abrir diálogos con las culturas distintas de la occidental no puede llevarnos a olvidar que disfrutamos de modelos de convivencia democrática muy sutiles, a los que muchos no estamos en absoluto dispuestos a renunciar ni siquiera en los detalles.

Debemos, en fin, delimitar las zonas de consenso y sus límites antes de establecer fraternidades basadas en imposibles renuncias. Conviene que se lo expliquemos a nuestros interlocutores antes de que los equívocos hayan hecho acto de presencia.

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