Angustiosa búsqueda de una niña de cinco años desaparecida en Huelva
ABC, 15-01-2008S. E.
HUELVA. Los carteles con la sonrisa y la melena rizada de Mari Luz Cortés empapelan desde ayer la ciudad de Huelva. La niña de cinco años, de etnia gitana, desapareció el domingo a las cinco de la tarde y hasta ahora no hay ni rastro de ella. Salió de su casa en la barriada onubense de El Torrejón en torno a las cuatro y media de la tarde para ir a un quiosco cercano a comprar chucherías. Llevaba un euro y el tendero le vendió patatas fritas. La acompañaban dos amigas. A partir de ahí, sólo silencio. A las once menos veinte de la noche sus padres denunciaban la desaparición a la Policía Local.
La niña vestía un jersey y unas mallas de color fucsia, una falda vaquera plisada y unas botas blancas. Con ese retrato, familiares y numerosos vecinos de la popular barriada empezaron a buscar, tomando como punto de partida el barrio y la zona de Santa Marta. Poco después, Policía Nacional y Guardia Civil iniciaron el rastreo por el parque Moret donde la criatura solía ir con sus amigas. Numerosos agentes locales, que se encontraban fuera de servicio, se sumaron a la búsqueda con el afán de unir ojos, piernas y experiencia para encontrar a Mari Luz.
Pozos y colectores
La Unidad Canina de Rescate de los Bomberos también participó en el rastreo centrándose en unos antiguos viveros entre la barriada El Torrejón y Santa Marta, mientras que una unidad de buzos actuó en unos pozos en las inmediaciones de un hotel próximo y en algunos colectores por si la pequeña hubiera podido caer al agua.
Anoche estaba previsto que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad siguieran peinando toda la zona sin descansar, después de que trascendieran datos casi insignificantes. En principio, se barajó la posibilidad de que Mari Luz desapareciera en el camino de su casa hacia la tienda de chucherías, pero el vendedor confirmó que la niña había comprado una bolsa de patatas y estaba acompañada de dos crías de su edad, informa Efe.
El padre de la pequeña, Juan José Cortes, no se cansaba de repetir ayer que Mari Luz es muy tímida y nunca se ha perdido; que se cansa muy pronto andando y, por tanto, sola no habría ido muy lejos; que si alguien la ha visto o sabe algo que lo diga. La familia asegura que ni hay «rencillas ni asuntos de dinero» tras la desaparición de su hija. Los Cortés Suárez son una familia «humilde y trabajadora», según su propia descripción. «Nunca hemos hecho daño a nadie», insistían ayer rotos.
Juan José Cortés tiene una pequeña empresa de construcción y su mujer, Irene Suárez, se dedica a la venta ambulante. El padre es militante del PSOE y ex entrenador de la cantera del Recreativo de Huelva. El equipo ha querido estar al lado de la familia por lo que ha colocado fotos de la niña en la web del club y en un comunicado piden colaboración ciudadana. Casi nadie cree que la pequeña se haya perdido, así que las alternativas no son muchas. Ninguna parece halagüeña, de ahí que el rastreo se iba a mantener aun sin luz del día.
Sin rastro en Mijas
Ayer, sin consuelo posible y tras empapelar la ciudad con los carteles de su primorosa hija, Juan José Cortés reiteraba que nunca había pasado por un trago como éste.
El mismo que está viviendo la familia de Amy Fitzpatrick, la menor de 15 años que desapareció el pasado 1 de enero en el municipio malagueño de Mijas. Su hermano se entrevistó ayer durante una hora con los agentes de la Guardia Civil que llevan la investigación del caso. A la salida, la madre de la joven leyó un comunicado en el que dijo que cada día que pasa están «más preocupados».
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