SOCIEDAD
Sanidad pretende estimular entre los inmigrantes las donaciones de órganos
Aunque España volvió a alcanzar el récord mundial, sólo los extranjeros podrán paliar la falta de tejidos que se avecina
El Correo, 15-01-2008España volvió a alcanzar el año pasado un nuevo récord de donantes de órganos para trasplantes, pero la solidaridad conocida hasta ahora será insuficiente para paliar la falta de tejidos que se prevé para el futuro. La población envejece, la cifra de fallecidos a causa de accidentes de tráfico desciende y, a la vista de las estadísticas, dentro de unos años las necesidades quirúrgicas precisarán más generosidad social que la conocida, que no es poca. El Ministerio de Sanidad, consciente de esta nuevo reto sanitario, se ha propuesto llamar a la puerta de los inmigrantes para intentar que también se extienda en ellos la cultura española de la donación.
Bajo el lema ‘Tu corazón no entiende de culturas o colores, el resto de ti tampoco’, la ONT ha elaborado panfletos en rumano, árabe, chino, francés e inglés con el fin de fomentar la cultura de la donación. El material hace referencias al Corán e incide en la importancia de la comunicación con la familia cuando se trata de personas de cultura occidental.
La intención es distribuirlos en centros de salud, coordinadoras de trasplantes, embajadas, consejerías de asuntos sociales, consulados, asociaciones culturales, mezquitas, ONG (Cruz Roja, Acoge y Cáritas) y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. En la actualidad, el porcentaje de donantes extranjeros alcanza el 8,7% – 134 en 2007 – y por países Reino Unido, con 30 donantes, Ecuador (17) y Rumanía (10) encabezan la lista. En total, un 44% de los donantes extranjeros son latinoamericanos, según los datos difundidos ayer.
Líder mundial
A pesar del problemático porvenir que se anuncia, de momento, la eficacia del sistema, la solidaridad de familiares y víctimas y el carácter público del servicio han vuelto a colocar a España en la cabeza mundial – y van quince años – de la donación. Con una cifra ‘récord’ de donantes durante el pasado año: 1.550 frente a las 1.509 de 2006 (34,3 por millón de habitantes), España dobló los números de la Unión Europea y se situó casi siete puntos por encima de su inmediato perseguidor, Bélgica, y a ocho de Estados Unidos. El altruismo de miles de ciudadanos ha permitido que desde que se creó la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en 1989, más de 65.000 personas hayan recibido un órgano.
El liderazgo mundial en la donación ha colocado a la organización dirigida por Rafael Matesanz en el punto de mira de los vecinos occidentales. La mayoría quiere imitar el modelo del éxito en un campo tan sensible y generoso como el de los trasplantes. Las cifras hablan por sí solas: en los últimos 18 años hubo mil donaciones más (de 550 a 1.550); crecen de forma «considerable» los trasplantes de vivo, tanto de riñón como de hígado (de 120 a 158 en un año); y el número de donantes extranjeros se ha duplicado en tres años, hasta situarse en 134 en 2007, el 8,7% del total.
La ONT ha logrado asimismo superar dos baches propios de los países ricos: el efecto del incremento demográfico en las donaciones y las consecuencias del paulatino descenso del número de muertos en la carretera, una de las principales fuentes para trasplantes, que ahora suponen el 10% del total frente al 35% de hace 15 años.
Esta variación ha traído consigo un cambio en el perfil del donante, cada vez mayor pero con unos órganos que no tienen el «nivel de calidad fisiológica» de los de un joven, señaló el ministro de Sanidad Bernat Soria . El 43% de los donantes tenían más de 60 años, el grupo de edad que ha experimentado el aumento más significativo de la última década.
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