veronica.rosas@eluniversal.com.mxMike Huckabee ha hecho gala durante su campaña de una dura postura contra la inmigración indocumentada. Promueve reforzar la frontera con México y se rehúsa a cualquier cosa que le suene a amnistía para los 12 millones de inmigrantes ilegales que viven en Estados Unidos. Pero no siempre fue así.Hubo un tiempo en que el aspirante a la nominación del Partido Republicano a la Presidencia de Estados Unidos se pronunció en contra de las redadas e incluso propuso algunos beneficios para los hijos de los inmigrantes indocumentados. El mismo Huckabee que ahora considera que hay que “detener, procesar y deportar” a quienes sean atrapados cruzando la frontera de manera ilegal, y que se muestra a favor de la construcción de un muro en la frontera sur de EU, estaba, cuando era gobernador de Arkansas (1996 – 2007) más que dispuesto a estrechar lazos con México para “expandir nuestros intercambios culturales… y empresariales con las instituciones mexicanas”, mediante la apertura de un consulado mexicano en Little Rock.El 15 de noviembre de 2006, Huckabee envió una misiva (de la que EL UNIVERSAL tiene una copia) a H. Lee Scott Jr., presidente y director ejecutivo de Wal – Mart Stores Inc., en la que lo invitaba a participar en una “muy histórica iniciativa entre el estado de Arkansas y México”. Se refería a la instalación del consulado, que abrió sus puertas el 25 de abril de 2007, y argumentaba que en 2005 el entonces presidente de México, Vicente Fox, había acordado abrir la última oficina consular de su administración, en Arkansas, en reconocimiento a “la creciente población hispana en nuestro estado”.De acuerdo con datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, en Arkansas viven cerca de 141 mil hispanos, en su mayoría provenientes de México.Las gestiones de Huckabee en favor de la apertura de la sede consular fueron criticadas porque invitó, como dijo el propio ex gobernador en la misiva, a “prominentes líderes corporativos en nuestro estado a que se nos unan para apoyar el Consulado en Arkansas. Esperamos conseguir el apoyo de varios líderes corporativos para que paguen una parte de la hipoteca” por un periodo de tres años. Al inicio del cuarto año, el gobierno mexicano asumiría la deuda que quedara, según la carta.Algunas voces indicaron que el entonces gobernador trabajó con poderosos empresarios para establecer el consulado como un imán para atraer inmigrantes indocumentados al estado que aceptaran trabajos de bajo salario. En Arkansas, muchos inmigrantes trabajan en la industria de la construcción o en plantas procesadoras de carne y pollo. Huckabee negó tales motivaciones y argumentó que su idea era ayudar a las empresas en Arkansas en sus nexos comerciales con México.Lo cierto es que la aparente ambivalencia de Huckabee en el tema migratorio no ha pasado inadvertida. Sus colegas republicanos argumentan que el plan de Huckabee —ganador del caucus de Iowa y quien se ha posicionado fuerte entre la derecha religiosa estadounidense— contra la inmigración ilegal y por el reforzamiento de la frontera, que promueve desde contratar más agentes para la Patrulla Fronteriza hasta sanciones para empleadores que contraten a trabajadores ilegales, contrasta con su récord como gobernador de Arkansas.Jeff Sadosky, vocero del también precandidato republicano Fred D. Thompson, dijo que “Huckabee se ha visto forzado a sacar un plan que contradice todo lo que hizo como gobernador”, cuando muchos dijeron que siempre se ponía del lado de los indocumentados.En 2005, el gobernador Huckabee defendió el derecho de los hijos de inmigrantes ilegales a las becas escolares. Ahora, se opone tajantemente a que se otorguen licencias a los inmigrantes sin documentos.