Al menos tres personas han muerto en un cayuco que llegó ayer a Tenerife y en el que viajaban otros 85 inmigrantes, entre ellos una niña de dos años, que estaba en buen estado de salud.

De los supervivientes, seis son mujeres y nueve, posibles menores de edad. 70 de ellos presentaban buen estado de salud, mientras que de los otros 15, dos se encontraban muy graves y otros dos graves, por lo que fueron ingresados en distintos centros hospitalarios de Tenerife, según informaron a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno.

Anoche se temía por la vida de uno de los heridos, que padece deshidratación, hipotermia y trastornos de los electrolitos en sangre.

El cayuco en el que viajaban fue avistado en alta mar desde la embarcación de Salvamento Marítimo Luz del mar, que remolcó a los inmigrantes hasta el puerto de Los Cristianos, al que llegaron en torno a las 8.15 horas. Según las primeras declaraciones de los sin papeles, habían partido desde la costa de Mauritania, aunque no han precisado la duración de la travesía hasta Canarias, informaron fuentes de la Guardia Civil.

El Gobierno de Canarias lamentó la muerte de los tres inmigrantes y reiteró su voluntad de colaboración con el Estado en la lucha contra la inmigración irregular. La portavoz, Carolina Déniz, emplazó en un comunicado «al Estado y a la UE a que multipliquen las medidas para afrontar el fenómeno migratorio».

A juicio de Déniz, «el Gobierno y la UE deben incrementar los medios y la plantilla adscrita a la Agencia de Fronteras Exteriores (Frontex)», al tiempo que avanzan en la cooperación al desarrollo y en la ejecución de nuevos proyectos en los países de origen que contribuyan al crecimiento de sus respectivas economías.

elmundo.es

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Imágenes de la llegada a tierra de los inmigrantes.