Se dedicaron durante meses y meses a dar palos en gasolineras, restaurantes, chalés y hasta burdeles de todo el Campo de Cartagena hasta que la Policía y la Guardia Civil los trincaron en la llamada Operación Muñeca y los llevaron ante el juez. Pero la mayoría la mayoría de ellos quedó en libertad a la espera de juicio y un año y medio después parecen haber vuelto a las andadas con una ristra de fechorías.

Las fuerzas de seguridad buscan desde hace varias semanas a una banda de magrebíes a la que, según fuentes policiales, se atribuye la autoría de varios robos con violencia y asaltos cometidos en las diputaciones del noreste de Cartagena (como La Aparecida, La Puebla, La Palma y Los Camachos), Torre Pacheco y La Unión.

De este grupo de delincuentes la Policía destacó en su día su «alta peligrosidad» y sus conexiones con la también despiadada banda de Los Ronaldo (magrebíes cuyo líder se parece físicamente al futbolista brasileño), que operaba en esta misma comarca.

Bares, chalés, burdeles

Según creen los investigadores policiales, la banda conocida como la de Los encapuchados (se cubren el rostro con pasamontañas) es la responsable de dos recientes atracos: uno en una gasolinera de La Palma y otro en la Venta del Descargador, un popular restaurante de La Unión.

Los atracadores emplean armas de fuego, cuchillos, bates de béisbol y hasta grandes piedras. Todo para intimidar a empleados y dueños de las propiedades en las que irrumpen para obtener el botín más alto. Para completar su huida (por carreteras secundarias que conocen bien) en cuestión de minutos, usan siempre coches robados de alta cilindrada.

Una de las dificultades para echarles el guante es la enorme cantidad de viviendas dispersas por todo el Campo de Cartagena. Aunque lo más probables es que los miembros de esta red delictiva vivan por separado, se investiga dónde tiene la base logística donde preparan sus actividades.

A finales de agosto del 2006, la Policía Nacional y la Benemérita desmantelaron la banda y detuvieron a trece personas (doce marroquíes y un argelino) de 20 a 35 años de edad. Les atribuyeron 38 atracos y asaltos en el plazo de apenas tres meses: 26 atracos en gasolineras, oficinas, tres clubes de alterne y dos fincas y doce robos en viviendas.También sospechaban que habían cometido otros nueve robos.

Actuaron en Gea y Truyols, Torre Pacheco, El Algar, Molinos Marfagones y Los Beatos, además de Huércal – Overa (Almería), Hellín (Albacete) y Crevillente (Alicante). De los 13 supuestos atracadores, sólo cuatro ingresaron en prisión preventiva. El juez de guardia dejó en libertad a nueve. A la espera de juicio.

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