SAN SEBASTIÁN. DV. Varias familias rumanas que ocupaban un edificio en desuso en el donostiarra barrio de Martutene fueron desalojadas ayer por la Policía. La media docena de inmigrantes que aún pernoctaba en el antiguo instituto de Formación Profesional, propiedad del Departamento de Educación, abandonaron las instalaciones «de forma pacífica», según aseguró la Ertzaintza, que realizó labores de vigilancia.

El desalojo se produjo por la mañana, bajo la supervisión de los servicios sociales del Ayuntamiento de San Sebastián y personal judicial. Al parecer, sólo quedaban dentro media docena de rumanos, de los más de treinta que llegaron a vivir varios meses en el edificio.

El desalojo era inminente. A finales de noviembre, representantes del Departamento vasco de Educación y de Bienestar Social del Ayuntamiento, acompañados de una mediadora y de una intérprete, entregaron a estos ocupantes ilegales una notificación firmada por el consejero de Educación, Tontxu Campos, en el que se les daba un plazo de diez días para salir del edificio, según fuentes cercanas al Gobierno Vasco.

Los ocupantes no opusieron resistencia y fueron abandonando paulatinamente el edificio tras recibir el aviso. La mayoría regresó a su país, mientras que tres o cuatro familias han conseguido un permiso de residencia, gracias al trabajo del servicio de mediación del Ayuntamiento.

El desalojo de las instalaciones tranquilizó a los vecinos de la zona, que habían mostrado en más de una ocasión su malestar por el comportamiento de los rumanos. Los propios residentes y miembros de la asociación de vecinos del barrio habían participado en las reuniones que mantuvieron los mediadores culturales con los ocupantes.