El ministro del Interior asegura que se repatria al 92% de los ‘sin papeles’ que son detenidos – Crece un 25% la cifra de policías en fronteras Los sin papeles están dejando de venir a España por vía marítima. La patera, funesto icono del éxodo de nuestro tiempo, quizá se convierta en una pieza de museo. Al menos, ésa es la idea que parecen trasladar los últimos datos policiales: el número de inmigrantes que el año pasado intentaron introducirse clandestinamente en nuestro país mediante este método ha bajado un 54%. Esto es debido, fundamentalmente, a los rigurosos controles existentes en las costas españolas.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, compareció ayer muy sonriente para celebrar la «eficacia» conseguida por sus agentes en la caza del cayuco. «Hoy tenemos una inmigración más ordenada que en años anteriores», proclamó. «Si llegan a España, los retenemos y los repatriamos en porcentajes altísimos. No hay prácticamente nadie que entre ilegalmente por la costa sin que nos enteremos».

Quiso destacar que el año pasado trataron de entrar en España 18.075 inmigrantes a bordo de embarcaciones, cuando el año anterior fueron más del doble: 39.180. Pero no recordó que en 2006 se batieron todos los récords de la historia sobre extranjeros detenidos en las costas.

Tampoco resaltó que 2007 es el segundo peor año de la legislatura (y el cuarto de la década) en número de indocumentados detectados en nuestras playas. Según el Ministerio de Trabajo, en 2005 llegaron 11.781 irregulares por mar, y en 2004, 15.675. Los años anteriores, las cifras han sido similares. Tampoco dio datos sobre los que fallecieron tratando de alcanzar su Eldorado («no es fácil saberlo», admitió).

En cualquier caso, hubo poco lugar para la autocrítica en la rueda de prensa que sirvió para presentar el Balance de la lucha contra la inmigración ilegal. Junto al «intenso descenso» de inmigrantes en situación irregular llegados a Canarias (un 60% menos), el ministro celebró que «estamos en la vanguardia de Europa» en cuanto a repatriaciones.

«De cada 100 inmigrantes ilegales llegado o detectados, más de 92 fueron repatriados», aseguró Rubalcaba, desmintiendo así el tópico que dice que quien entra ilegalmente en nuestro país se queda para siempre.

En 2007 fueron repatriadas 55.938 personas, un 6% más que en 2006, cuando se envió a sus países a 52.814 extranjeros en situación ilegal. Los más numerosos fueron los llamados retornados; es decir, los rechazados en puestos fronterizos como puertos y aeropuertos. En total, sumaron 24.355, un 26% más que en 2006.

Los llegados en cayucos que fueron devueltos a sus lugares de origen en vuelos de repatriación ascendieron a 15.868, un 27% más que el año anterior. Además, hubo 9.467 expulsados por orden judicial (el 31% más que en 2006) y 6.248 readmitidos por otros países gracias a los acuerdos suscritos con España (el 35% más que el año anterior). Rubalcaba insistió en que «las devoluciones descienden porque disminuye la entrada de inmigrantes ilegales».

Y desveló la fórmula mágica para obtener estos resultados. El primer ingrediente es la «efectividad» de los mecanismos de cooperación internacional («una repatriación es un ejercicio de dos: el país que expulsa y el país que acoge», indicó). El segundo es el incremento de los efectivos policiales en torno a las fronteras (en 2007 creció un 25% el número de agentes destinados a la lucha contra la inmigración ilegal). El tercero es un aumento del presupuesto (33 millones de euros gastados en repatriaciones durante el año pasado).

elmundo.es

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