MUNDO
Apoyo a las expulsiones conjuntas de 'ilegales'
El Correo, 09-01-2008Las autoridades españolas e italianas se han desmarcado de la voluntad francesa, expresada ayer por Nicolas Sarkozy, de organizar expulsiones colectivas conjuntas de inmigrantes ilegales. En la rueda de prensa ofrecida en el Elíseo, el presidente francés recordó que el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro italiano, Romano Prodi, han anunciado que no volverán a realizar regularizaciones masivas de extranjeros clandestinos sin consultar a sus socios europeos.
«¿Saben qué me han pedido los dos?. Que Francia, Italia y España procedan a expulsiones colectivas. ¿Lo que hacen los socialistas italianos y los socialistas españoles no creen que debe hacerlo Francia?», dijo Sarkozy al ser preguntado sobre las tasas anuales de expulsión que se ha fijado su Ministerio de Inmigración.
Fuentes oficiales españolas puntualizaron posteriormente que Madrid y Roma, a diferencia de París, no son partidarios de fletar vuelos conjuntos como principio general. La preferencia se inclina por la readmisión de inmigrantes en el marco de acuerdos bilaterales con los países emisores africanos.
El ministro del Interior italiano, Giuliano Amato, aclaró que Roma no realiza «ninguna expulsión colectiva» sino que sólo prevé «medidas específicas de expulsión» a ciudadanos concretos y con autorización judicial.
Acabar con las 35 horas
Durante su comparecencia, Sarkozy también señaló que desearía acabar este año con las 35 horas de trabajo semanales. «No trabajamos lo suficiente y otros lo hacen más», dijo el presidente, para quien, al margen de la coyuntura internacional, existen «causas endógenas» que hacen que Francia crezca menos que otros países.
En otro de sus anuncios, indicó que el Gobierno se plantea la supresión de la publicidad en las cadenas públicas de televisión, que serían financiadas por un impuesto en los ingresos de las privadas y en los de empresas de tecnologías como acceso a Internet y telefonía móvil.
La renovación en las universidades y en la gestión de los hospitales figuran también entre las medidas para 2008, así como empezar una reflexión para hacer más habitable París.
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