Efecto maná para las familias y la economía de los países en desarrollo
ABC, 07-01-2008Las remesas constituyen en la actualidad uno de los flujos financieros internacionales de mayor volumen y trascendencia. Mediante su envío, cada emigrante intenta contribuir económicamente a la manutención de su familia no emigrada y, al compartir con ellos las rentas de su trabajo, produce efectos microeconómicos que garantizan su consumo básico, su gasto en sanidad o en educación y reducen, en suma, los riesgos de vivir en la pobreza. Las remesas también estimulan el ahorro en los países de destino, así como la capacidad emprendedora, según el estudio de Caixa Catalunya. Dado el volumen que han alcanzado los movimientos migratorios en las últimas décadas, la agregación de esas remesas enviadas a título personal ha originado un fenómeno financiero de repercusiones nacionales para los países en desarrollo que las reciben. La fuerte inyección de divisas afecta a la balanza de pagos, al precio de la moneda nacional, al tipo de interés y al tipo de cambio real.
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