Bilbao. El nivel de separación de la población extranjera respecto del resto de habitantes de la ciudad es “realmente muy bajo en las tres capitales vascas”, según el estudio elaborado por el Observatorio Vasco de la Inmigración. Los indicadores de exposición a la población no foránea se mueven en una media de 0,2, cuando la cercanía al uno evidencia más separación y posibilidad de aislamiento.

Si en Bilbao los senegaleses rompen la estadística con el 0,6 que les dejaba al borde de una situación de aislamiento importante, los datos más preocupantes en Gasteiz corresponden al colectivo de pakistaníes y su índice del 0,4, tras los cuales se sitúa el 0,3 de los chinos. En la capital guipuzcoana ese mismo índice muestra que los portugueses y los marroquíes son quienes viven más separados de los demás residentes.

También se ha analizado la proporción de inmigrantes que tendrían que verse obligados a abandonar sus barrios para que sus patrones de distribución se equipararan a los nacidos en las ciudades, que oscila “entre el 15% para Gasteiz, y Donostia y el 18% en el caso de Bilbao”. La probabilidad de que los extranjeros compartan barrio residencial es del 0,5%, del 1% en Donostia y del 2% en Bilbao. Por otra parte, las probabilidades de su exposición ante la población no extranjera están entre el 92 y el 95%

“Más desequilibrada” De esta forma, el informe realizado por Ikuspegi concluye que “en términos generales Bilbao sería la capital en la que los extranjeros viven más segregados con los indicadores comparativamente peores en ambas dimensiones de desigualdad y exposición”, lo que indica “una distribución espacial de los inmigrantes algo más desequilibrada y con un mayor potencial de sufrir aislamiento”.

Los foráneos pueden encontrar unas circunstancias algo más favorables tanto en Donostia como en Gasteiz, “cuyas medidas de desigualdad de distribución se mueven en cantidades similares”, aunque “con menor potencial de aislamiento” para este colectivo en la capital alavesa.

Esta radiografía global de la población extranjera “ofrece variaciones en función de las diferentes nacionalidades”, según advierte el informe, porque los índices “son sensibles al tamaño de las poblaciones analizadas en relación con los barrios”.

Dado que en las tres capitales vascas habitan “contingentes minoritarios medidos en unidades de tamaño mediano, las posibilidades de gran concentración espacial son escasas”.

Por tanto, desde el Observatorio Vasco de Inmigración se recomienda prestar especial atención a “cuánto concentran su residencia, pero también dónde”. Así, la idea de concentración alude a “agrupamiento preferente de unos barrios frente a otros o el porcentaje de extranjeros en cada barrio comparada con la cifra total de extranjeros”.