El voto hispano y el debate sobre inmigración también llegan a Iowa
ABC, 04-01-2008AP
Huckabee tocó la guitarra en un mitin en Des Moines, y se hizo acompañar por el actor Chuck Norris y su esposa, Gena
P. RODRÍGUEZ CORRESPONSAL
DES MOINES (IOWA). En el corazón de Estados Unidos también se empieza a hablar en español. Iowa no llega a los tres millones de habitantes pero las más recientes estimaciones contabilizan 115.000 residentes hispanos, lo que supone un incremento del 28 por ciento con respecto al año 2000. Este grupo constituye un segmento del electorado especialmente deseado por el Partido Demócrata pero que durante esta campaña se ha contagiado del explosivo debate sobre qué hacer con la inmigración ilegal.
Los propios candidatos demócratas se han enfrentado durante el cortejo electoral de Iowa a constantes preguntas emocionales sobre la necesidad de poner coto al flujo de «sin papeles», Un debate que refleja cómo incluso en las zonas rurales del Medio Oeste americano se empiezan a plantear los mismos debates de otros lugares más expuestos como Florida, Nueva York o California.
Como ha explicado el profesor Héctor Avalos, de la Universidad Estatal de Iowa, «los estrategas del Partido Demócrata saben que el voto latino es su futuro pero lo están tratando con guantes blancos para no molestar a los nativos». Dilema ilustrado en las brutales críticas sufridas por Hillary Clinton durante su campaña al sugerir la conveniencia de facilitar licencias de conducir a inmigrantes ilegales.
En contraste, los candidatos republicanos en Iowa no han dudado en explotar a su favor todas las ansiedades generadas por la inmigración ilegal. En su propaganda electoral, los conservadores – con la solitaria excepción del senador McCain partidario de un programa de legalización – se han adueñado de la mano dura contra los más de doce millones de «sin papeles» acumulados por Estados Unidos desde la última gran amnistía aprobada durante la Administración Reagan.
Beneficios inmediatos
A juicio de la Cecilia Muñoz, vicepresidente del Consejo Nacional de La Raza, estos candidatos conservadores tendrían que tener más cuidado de cara a noviembre. En su opinión, está claro que el tema de la inmigración es «una cuestión significativa» para los republicanos en sus primarias pero «no entiendo lo que estos candidatos van a poder decir a mi comunidad cuando les llegue la hora de las elecciones generales».
A la vista también de la fracasada reforma de inmigración impulsada por la Casa Blanca, el consenso de análisis políticos identifica la cuestión de los «sin papeles» como el «campo de minas» o «cuestión envenenada» de estas elecciones presidenciales. Con un alto coste en términos políticos para los candidatos demócratas, partidarios de medidas de amnistía rechazadas por un considerable porcentaje de sus propias bases.
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