En Iowa residen unos 112,000 hispanos, la mayoría indocumentados.

La política migratoria se convirtió en una potente arma electoral que jugará un papel clave en los caucus de hoy en de Iowa, donde el fenómeno de la inmigración ilegal es motivo de preocupación.

Según datos oficiales, hay alrededor de 112,000 inmigrantes hispanos en Iowa y unos 20,000 se mudaron allí en los últimos seis años, atraídos por los salarios en la industria avícola y cárnica.

Poco más de la mitad son indocumentados, según un estudio del Centro Hispano Pew de 2006, y la inmigración ilegal asusta a la población de Iowa, en su mayoría blanca, y ahora sirve de abono en la contienda.

Basta ver algunos de los anuncios y la propaganda política para entender que el tema es clave entre los aspirantes republicanos, que proponen desde muros para combatir la porosidad de la frontera sur hasta la deportación masiva de los indocumentados.

La inmigración ha sido uno de los principales temas para los republicanos en la campaña hasta este momento, manifestó Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia. El debate sobre Iraq se ha calmado un poco, agregó.

Peter Beinart, un analista de corte liberal, considera por su parte que mirando las cadenas de televisión estadounidenses parecería más que estamos en guerra con los inmigrantes ilegales que con los insurgentes en el corazón de Cercano Oriente.

Según estimaciones, los estadounidenses nacionalizados de origen hispano representarán un 9% de la población apta para votar en noviembre próximo.