Miranda habla diferentes acentos
Cuatro de los cinco niños nacidos en las últimas horas de 2007 y las primeras de 2008 son hijos de padres inmigrantes La circunstancia corrobora la media del último año, cifrada en el 22%
El Correo, , 03-01-2008Las últimas horas de 2007 y las primeras de 2008 fueron un ir y venir en la zona de maternidad del Santiago Apóstol, ya que no en vano en ese tiempo tuvieron que atenderse un total de cinco partos. Una cifra «poco habitual, pero que no deja de ser una anécdota», según el director del centro, Arsenio Besga, que ofreció los datos relacionados con los nacimientos de nuevos mirandeses en el último año. En 2007 hubo 50 partos más que en 2006, y se llegó a la cifra de 467, de los que sólo 4 fueron de gemelos.
Si el incremento es significativo, no lo es menos que el 22% de los niños y niñas ya inscritos en el censo de ciudadanos de miranda, hayan sido hijos de padres inmigrantes «Estamos, en ese sentido, más o menos en la media nacional».
Para corroborar esta circunstancia sólo era preciso pasear por los pasillos de la zona de maternidad en las primeras horas del año 2008. En tres habitaciones estaban Andrei Víctor Vlad, primogénito de los rumanos Elena Mihaela y Florin Iulian, que viven en Villarcayo; Ander Miguel Vieira, segundo hijo de Celestina y Sergio Miguel, ambos portugueses, Enma, de familia mirandesa, y Soraya Paz Herrera, que es el segundo retoño de los bolivianos Carla e Iván. Los cuatro nacieron entre las 14.40 y las 23.30 horas del día de San Silvestre de 2007. En ningún caso sus familias pudieron tomarse las tradicionales uvas.
Lo mismo les ocurrió a los venezolanos Anny y David, que sobre las 19.00 horas del día 31 acudieron al Santiago Apóstol. Hubo que esperar un poco para que naciera su primera hija, Victoria Alejandra, que se convirtió en la primera mirandesa de 2008. Nació poco después de las 02.10 horas.
Victoria es, de momento, «muy tranquila, sólo duerme», indicaron sus padres y también una de sus abuelas, la madre de Anny, que al igual que su consuegra, ha venido desde su país para estar con su nueva nieta «y echar una mano» a la nueva mamá.
Sin duda la planta de maternidad es la más alegre de cualquier centro hospitalario, y en las últimas horas se ha llenado con los llantos de un buen número de nuevos mirandeses.
Los orígenes de todos ellos son muy diferentes y dejan patente que la ciudad se está convirtiendo en un lugar rico en culturas diferentes.
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