A la 01.13 minutos del 1 de enero, tras una espera «interminable y dolorosísima», atestiguaba la madre aún aturdida y dolorida con una mano en la cintura aplacando la resaca de un parto natural, asomó al mundo el primer niño nacido en la provincia malagueña en 2008, en el Hospital Costa del Sol de Marbella. Juan Manuel se llama, primogénito además de unos padres bolivianos que celebraban el alumbramiento en el escenario de soledad en el que con frecuencia deben interpretar su vida los inmigrantes . Juan Manuel pesó al nacer 3,540 kilos y midió 51 centímetros.

El desenlace del parto de Mónica, la madre de la criatura, de 26 años, previsto en principio para el 11 de enero, fue tan natural como la gestación. Juan Manuel vio por primera vez la luz a una semana de los nueve meses de ser concebido. «La verdad es que todo fue muy bien», replica Mónica, que no lleva ni un año viviendo en España.

Una tía y su novio y el padre del crío, Roberto, es toda su compañía desde que ingresó en el centro hospitalario la madrugada del último día de 2007, alrededor de las 04.00 horas. «Pensé incluso en que el parto se produciría antes, porque los dolores eran insoportables; con todo, no nació hasta casi un día después». Mónica hilvanaba un discurso afectado por la alteración de la sorpresa que provoca cualquier nacimiento.

Al otro lado del mundo, en Bolivia, el resto de la familia aguardaba todavía la noticia a primera hora de la tarde aquí en España. «Es que, por aquello de la diferencia horaria, nos fue imposible todavía ponernos en contacto con nuestra gente allá en el país, pero imagino que todos se pondrán muy contentos», justificaba la madre, quien agradecía la asistencia del personal del hospital mientras rebajaba con caricias uno de los primeros llantos del bebé, síntoma evidente de que la comida le pareció más bien poca.

«Se han comportado de una manera muy linda con nosotros; estamos muy agradecidos», estimó Mónica, con la mirada supervisada por la desconfianza que proyecta lo desconocido. Todo es nuevo para ella: dar vida a otro ser, el país, la Navidad en tierra extraña Por supuesto la atención de la prensa.

«Sin problemas»

El personal de la planta de obstetricia y del área de paritorio se tomaba el asunto como cualquier otro, sin importarle demasiado que el reloj hubiera convertido a Juan Manuel en el primer bebé de Málaga en 2008. Que el azar, caprichoso como siempre, renovara su compromiso con el destino con el cambio de año. No en vano, lo que allí interesa es el trabajo, «que todo salga bien, la madre y el niño», acertaban a decir. «En todo lo demás el tema transcurrió perfectamente», añadían.

La felicidad por fin se abría un hueco en la incertidumbre que pesa sobre el futuro de la pareja y el niño. Conocido ya el rostro de Juan Manuel, tan moreno como la madre y un pelo negro como el betún, a lo que también aspiran los padres es a establecerse en España y convertir al país en la patria de la criatura, para que por primera vez en sus vidas la prosperidad deje de ser el eslogan que cuelga perenne y sin contenido de la etiqueta del nuevo año. «Esta es sin duda la mejor noticia que se puede tener», deducía la madre: «Sí es verdad que enfocamos el futuro con más ilusión si cabe después del nacimiento de nuestro primer hijo».

A pocos metros de la habitación de Mónica tomaba leche materna Alejandro, primogénito también de Alejandro Luque y Elena Sepúlveda, padres de Alejandro, el último bebé nacido en el hospital en 2007, en concreto a las 20.51 horas del 31 de diciembre, el que cedió el testigo a Juan Manuel. 54 centímetros y 4.200 kilogramos. «Un pedazo de tío», murmuraba el padre mientras atendía la felicitación de la familia en la entrada de la sala. «La felicidad es inmensa y todos nos encontramos con muchas ganas de abrazar al niño y a la madre», aseguraba el padre.

Otros nacimientos

El siguiente alumbramiento en la provincia fue también de un varón, a las 02.13 horas en el hospital comarcal de la Axarquía, en Vélez – Málaga, que pesó 3.120 gramos. En el hospital Materno Infantil de Málaga capital el primer nacimiento fue de un niño a las 03.35 horas y pesó 4.120 gramos, seguido de otros dos niños, a las 05.45 y 06.20 horas, respectivamente, y de 3.390 y 3.240 gramos en cada caso, mientras que la primer niña se hizo esperar y no llegó hasta las 09.00 horas con un peso de 4.370 gramos.

En el hospital de Ronda la primera en nacer sí fue una niña, de nombre Lucía, a las 05.37 horas, con un peso de 3.455 gramos. En el otro hospital de la capital, el Clínico Universitario, no hubo ningún nacimiento la madrugada del primer día del año, algo que se sale de lo normal. El hospital de Antequera tampoco tuvo partos esa noche.