No hay cifras oficiales, pero la Policía asegura que muchísimas prostitutas «sin papeles» legalizaron su situación en España durante el proceso extraordinario de regularización. No cumplían las condiciones, pero los dueños de los locales de alterne presentaron las ofertas de trabajo como camareras o limpiadoras, una tras otra. Y colaron, porque habrían hecho falta miles de inspectores de Trabajo para comprobar las casi 600.000 ofertas que se presentaron en la normalización. Menos problemas para las chicas, pero sobre todo muchos menos para los empresarios de los clubes. Otras mujeres se han casado con españoles, clientes normalmente, en matrimonios de conveniencia. «Aun con papeles no es fácil para una chica dejar ese mundo. Tienen más dificultades que el resto para encontrar otro trabajo», señala la Policía. «La prostitución no es una opción de vida en el 90 por ciento de los casos».