La provincia continúa sumando habitantes a ritmos vertiginosos. Esta acelerada escalada ha permitido que en el último año Málaga coseche un hito estadístico: el de rebasar la barrera histórica del millón y medio de ciudadanos. Según las últimas cifras del padrón municipal, difundidas el pasado viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a fecha de enero de 2007 Málaga registraba un censo de 1.517.523 personas. A comienzos de este año, los cien municipios contabilizaban 26.236 nuevos empadronados, lo que supuso un salto del 1,76% (el octavo incremento más elevado de España) respecto al padrón de comienzos de 2006, cuando había 1.491.287 habitantes.

El histórico de datos evidencia que en los últimos años la población está aumentando de forma frenética. Desde el año 2000, la provincia ha engordado un 18,6%. Ahora, Málaga cuenta con 238.672 personas más que a comienzos de siglo XXI. Otra cifra ilustrativa: la provincia, con el millón y medio de empadronados, supera ya en términos numéricos a siete comunidades autónomas: Asturias, Baleares, Cantabria, Extremadura, Murcia, Navarra y La Rioja.

Un tercio, en la capital

La capital, con 619 nuevos residentes y 561.250 habitantes, concentra un tercio (el 36,9%) del censo provincial. Su subida, sin embargo, queda muy lejos de la registrada en el conjunto del territorio: 0,11% frente a la ya citada 1,76%. En este incremento, destaca por primera vez el importante empuje de pequeños municipios que han visto dispararse sus cifras de población, principalmente por la llegada de inmigrantes. En este sentido, destaca el incremento registrado en la Macharaviaya – con un crecimiento del 22,3,% (111 nuevos habitantes) – que fue la localidad que más empadronados ganó en 2006, seguida de Salares – 16,2% (4.221 residentes) – y Benahavís (con un alza del 12%).

En términos absolutos, Mijas con 3.141, fue la localidad que más habitantes incorporó a sus filas.

En total, en el último año han sido 81 los municipios que han visto aumentar su número de ciudadanos, según los datos actualizados del padrón. Entre ellos, destaca la evolución registrada por una veintena de localidades del interior – como Atajate, Casares, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jimera de Líbar, Mollina, Monda, Sedella o La Viñuela – que experimentaron un crecimiento por encima del 5%.

Igual de significativo es el aumento de habitantes registrado en localidades del extrarradio de la capital como Alhaurín de la Torre (que creció un 5,02% con 1.603 nuevos empadronados), Rincón de la Victoria (con un 5,3% más) o Cártama, con un alza del 6,22%.

Frenazo en la Costa

Por contra, la mayoría de grandes municipios costeros rompió la buena racha cosechada años atrás y contabilizó subidas medias del 3,6%. Un porcentaje muy inferior al de otros años que evidencia un claro cambio de tornas.

Mientras 81 municipios sumaron residentes, otros 17 (también principalmente del interior), asistieron a una preocupante fuga de habitantes, con descensos drásticos de hasta el 1,8%. Este es el porcentaje que se dio en Montejaque, – pueblo con mayor caída relativa – que en el último año perdió 18 ciudadanos. En términos absolutos fue Valle de Abdalajís, con 28 empadronados menos, el que lideró la bajada.

Otros ni suben ni bajan. Es la situación en la que se encuentran las localidades de Árchez y Cuevas del Becerro. Estos dos municipios no han perdido ni ganado un solo ciudadano en el último año, a tenor de los datos del padrón. Se mantienen en los 427 y1.847 habitantes, respectivamente .