Duran no piensa retirar el vídeo de precampaña de CiU tildado de xenófobo
El Mundo, 31-12-2007El candidato de CiU a las generales, Josep Antoni Duran Lleida, subrayó que no piensa retirar el vídeo de precampaña de CiU titulado Silenci, que se exhibe en varios cines de Barcelona y que ha sido tildado de xenófobo por los partidos de izquierda y por la entidad SOS Racisme.
En una de las escenas de ese vídeo se puede ver un titular de diario que reza: «Un magrebí no quiere que su hija de siete años haga gimnasia en la escuela».
Además de renunciar a retirarlo, tal como le pedía SOS Racisme, Duran deja claro en su blog en Internet que no considera xenófobo el vídeo y que no piensa «ignorar la realidad de nuestro entorno» o usar un «lenguaje correcto» propio de los políticos para hablar de la inmigración, informa Europa Press.
«A los que reclaman la retirada del vídeo y consideran sus contenidos xenófobos, les digo que no lo comparto ni les considero con más autoridad moral que la nuestra para colgar ligeramente etiquetas de xenofobia o racismo», sentencia el líder de UDC. «Conozco bien qué son el racismo y la xenofobia y creo que el mejor favor que podríamos hacer a quien los propaga es ignorar la realidad de nuestro entorno. Y ésta no es otra que la inmigración extranjera preocupa, y mucho, a muchos sectores de ciudadanos», añade. A continuación, argumenta: «Y tienen motivos para estar preocupados.Muchos de los inmigrantes extranjeros se integran en Cataluña de manera ejemplar. Otros, sin embargo, no son conscientes o no quieren serlo, o siéndolo, no quieren aceptar que aquí se han de respetar unos derechos, entre ellos el derecho a la escolarización de los niños y la igualdad hombre – mujer».Asimismo, Duran subraya que piensa hablar de toda esta realidad durante la campaña electoral «desde una actitud inequívocamente democrática».
En este sentido, comenta que ni la actitud del diputado del PSC – CpC Mohammed Chaib, el primero en criticar el vídeo, ni la de SOS Racisme le «impresionarán por su facilidad para perjudicar conductas».
Si renunciara a hablar de inmigración, argumenta Duran, otros «podrían utilizar nuestros silencios para administrar» situaciones «desde posiciones muy alejadas de la democracia».
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