Hospitalizado en Granada un bebé que llegó en una patera con 65 inmigrantes

La Verdad, A. CÁRDENAS, 28-12-2007

Una patera con 65 subsaharianos a bordo, entre ellos trece mujeres y un bebé de dos meses, alcanzó ayer la costa de Granada. La embarcación fue interceptada por Salvamento Marítimo, que trasladó a los inmigrantes hasta Motril. La madre y el bebé fueron ingresados en un hospital para ser examinados, aunque se encuentran bien de salud.

La lluvia y el frío no están siendo obstáculo para que los inmigrantes sigan llegando en pateras a la costa granadina. Hasta 138 han sido rescatados del mar en las últimas veinticuatro horas, con los que son ya 1.304 los ilegales llegados por mar en el 2007 a la provincia, medio centenar menos que el pasado año. La última embarcación fue hallada a primera hora de este jueves a las 9.00 horas por Salvamento Marítimo y la Guardia Civil entre los límites de la provincia de Granada y Málaga, a raíz de que llegara un aviso al Centro de Emergencias de parte de uno de los ocupantes.

Los inmigrantes fueron trasladados al centro de Motril. Después de la oportuna revisión médica, una de las mujeres, que viajaba con su bebé de dos meses, fue llevada al Hospital de Santa Ana de Motril, donde ambos fueron examinados.

Según informaron fuentes del centro hospitalario, madre e hijo se encuentran en «excelente estado de salud», a pesar de que la mujer, de 22 años, llevaba sin comer ni beber nada en tres días, según dijo a los sanitarios que la atendieron.El bebé, que ya ha sido atendido por un pediatra, también se encuentra bien. En los días que duró la travesía fue alimentado con lactancia materna, y, como su madre, no presentó a su llegada síntomas de hipotermia ni deshidratación.

Más cayucos

La víspera habían llegado también a Motril 73 inmigrantes que viajaban en una patera interceptada en el mar de Alborán.

Todos los integrantes de la barcaza eran adultos, salvo una pequeña de diez años que realizó la travesía sola, sin que la acompañara nadie de su familia.

Una vez pasado el susto del viaje en alta mar, a salvo en el centro de acogida del puerto y con un vaso de leche caliente entre las manos, la pequeña relataba a los voluntarios de Cruz Roja que estaba contenta porque se quedará en España, en un centro de acogida de la Junta de Andalucía. Aunque la menor viajaba sin la compañía de un adulto, contó a los voluntarios, en dificultoso inglés, que conocía a alguien en España.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)