Los delincuentes especializados también tienen su gordo a final de año. No viene de la mano de la suerte, sino de la sangre derramada, el sufrimiento y la desesperación de sus víctimas. 618 millones es, según fuentes policiales, lo que ganan al año las mafias asentadas en España, la mayoría de ellas en la Comunitat Valenciana y otras zonas de la costa mediterránea.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado identificaron durante 2006 al menos 172 bandas dedicadas al crimen organizado que movieron esta enorme cantidad de dinero. Sus actividades son el tráfico de armas y drogas, los robos a gran escala en casas y empresas, la prostitución o el lavado de dinero negro.

Este año, un total de 120 de estos grupos han sido desarticulados en la Comunitat Valenciana, 65 en Alicante y 55 en Valencia, según la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares. El número de mafias desmanteladas en tierras valencianas se ha doblado en dos años.

El aumento de agentes a raíz del incremento delictivo y la creación de unidades especializadas como el GRECO de la Policía Nacional o el ECO de la Guardia Civil han sido algunas de las claves. “Esto ha propiciado que el índice de criminalidad entre 2003 y 2006 haya caído en 12 puntos”, resaltó Llinares.

Según los datos aportados por el inspector jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional, Juan Rueda, las fuerzas de seguridad españolas detuvieron en 2006 a más de 4.200 miembros de estas bandas.

Rueda asegura que el perfil de la organización criminal ha cambiado de forma radical en los últimos años. La imagen original era una banda, fuertemente jerarquizada y violenta compuesta por ciudadanos extranjeros, bien de Europa del Este o la extinta Unión Soviética, o también de países iberoamericanos como Colombia, Perú o Chile.

Una vez instalados en España y a lo largo de los años, los grupos organizados han ido cambiado su estructura y cada vez con más frecuencia incorporan a ciudadanos españoles, que tienen su propio rol en la organización criminal.


La era de las bandas mixtas

De hecho, la mayoría de las actuales bandas dedicadas al crimen organizado (el 63,5%) son mixtas, ya que integran a españoles y extranjeros. El 19,9% de estos grupos está compuesto únicamente por extranjeros, y un 16% sólo por españoles. No obstante, esta proporción se está invirtiendo, ya que hace apenas cinco años apenas se conocían bandas lideradas por ciudadanos españoles.

El inspector resaltó que la criminalidad organizada y la corrupción son un “binomio inseparable” que expande sus tentáculos “sobre todo en países con instituciones democráticas débiles”. A la mayoría de los jefes de estas bandas, no les importa tanto amasar grandes fortunas como conseguir a toda costa “poder de influencia e inmunidad frente al Estado u otras organizaciones delictivas”, detalló Rueda.

Para el responsable de la UDYCO, bandas terroristas y crimen organizado comparten puntos en común. A su juicio, si a una banda terrorista se le desprende de su supuesto armazón ideológico o político, sus métodos delictivos y criminales terminan pareciéndose mucho a los de una banda criminal de tipo mafioso.

Para luchar contra estas organizaciones internacionales, Juan Rueda apuesta por “la cooperación y el intercambio de información entre las policías de todos los países”, así como “la colaboración ciudadana”, que sigue siendo “vital para desarticularlas”.

En la Comunitat Valenciana, la delincuencia organizada que más preocupa sigue siendo la del robo en viviendas, empresas y comercios. Paralelamente, las Fuerzas de Seguridad se han visto este año con un nuevo frente que cubrir: la llegada a Alicante de las primeras pateras con inmigrantes ilegales. A ello se suma la masiva llegada de hachís con lanchas que proceden del norte de África.