AMPLIACIÓN DEL ESPACIO SCHENGEN
Europa blinda sus nuevas fronteras
Nueve países se suman a la Europa sin fronteras
Público, , 21-12-2007La ampliación del espacio europeo sin fronteras hacia el este borra una de las últimas huellas del telón de acero que dividió en dos el continente durante casi medio siglo. El espacio Schengen incluye a partir de hoy a nueve miembros nuevos, la mayoría de ellos antiguos países comunistas: Polonia, Eslovaquia, Hungría, República Checa, Malta, Eslovenia, Estonia, Letonia y Lituania.
La caída de controles aduaneros inolvidables para varias generaciones de los recién llegados va acompañada de un fuerte blindaje de Europa hacia sus fronteras exteriores.
De Portugal a Estonia, de Grecia a Finlandia, cualquiera puede circular libremente por todo este territorio de 3,6 kilómetros cuadrados en el que viven 404 millones de personas. La creación “de un área sin controles de esta magnitud es un evento histórico”, destacó ayer el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Medidas de seguridad
Sin embargo, la libre circulación va acompañada de medidas compensatorias de seguridad como la implantación de un fichero informático de datos policiales, la creación de un registro común europeo o la posibilidad de que policías nacionales persigan a presuntos criminales en varios países.
Desde septiembre se ha probado la efectividad del sistema, con miles de órdenes de detención y la confiscación de coches robados.
Con el fin de evitar la entrada ilegal de inmigrantes, la UE ha erigido en su nueva frontera oriental una valla de alambre de espinas de dos millones de euros. La barrera está dotada de tecnología punta: cámaras térmicas para visión nocturna, sensores de movimiento o equipos que permiten distinguir los latidos del corazón en el interior de vehículos y embarcaciones, entre otros.
Polonia ha necesitado diez años y más de 60 millones de euros para cumplir los criterios de Schengen. Su frontera oriental, que con 1.185 kilómetros es la más extensa, está protegida por 10.000 funcionarios. Los expertos la consideran una vía de entrada de inmigración ilegal más importante que la del sur de Europa.
Pero lo que más preocupa a las autoridades europeas es la llamada “frontera verde”, la zona boscosa que sirve de límite entre Polonia y Ucrania, donde por unos 2.000 euros, las mafias locales cruzan a los inmigrantes a través de tortuosos senderos de montaña.
Desde el otro lado de la valla, el ucraniano Samuel Horkay denuncia frente a la prensa la ampliación : “Schengen no borra fronteras, crea otras nuevas. Así no frenarán la emigración”.
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