Negarse a revelar la combinación de su caja fuerte ha estado a punto de costarle la vida a José Luis Moreno. El ex ventrílocuo y empresario fue asaltado en la madrugada del jueves por una banda de atracadores presumiblemente albano-kosovares, que burlaron las medidas de seguridad de su mansión en Boadilla del Monte. Actuaron con eficacia militar. Inutilizaron la alarma de la vivienda, retuvieron a familiares y empleados, y lograron un sustancioso botín. La única víctima fue el popular artista, que se enfrentó a los asaltantes cuando le exigieron abrir una de las tres cajas fuertes que vaciaron.

Las primeras informaciones advertían de que Moreno había sido golpeado en la cabeza con un hacha. En realidad, los cinco ladrones, encapuchados y armados con escopetas, le propinaron un fuerte golpe con una barra de hierro a cuyos extremos iban adheridas una bola de acero y una cuchilla: un instrumento utilizado para reventar las puertas de la vivienda.

Tras ser atendido en su domicilio por los servicios de urgencia, Moreno fue trasladado al hospital Puerta de Hierro y posteriormente al Ruber, donde se encontraba ingresado al cierre de esta edición. Su pronóstico es reservado, aunque la familia precisó que se encontraba «estable y consciente». Sufre un politraumatismo cranoencefálico con fractura de la base craneal y contusión cerebral, así como golpes en diversas partes del cuerpo.

El exitoso productor de series como La que se avecina y Escenas de matrimonio, cabeza visible de un emporio televisivo y teatral que da de comer a 1.200 bocas, vive y trabaja en su chalé de Boadilla del Monte, una localidad residencial a 40 kilómetros al norte de Madrid. Moreno se levanta temprano cada mañana para despachar sus asuntos profesionales en un ala de la casa destinada a despachos. Sólo el personal de servicio permanente limpiadoras, cocinero, chóferes, seguridad ronda los quince miembros. La casa posee amplios jardines con pistas de tenis y pádel, piscinas exteriores e interiores y un gimnasio equipado.

Según fuentes policiales, la banda estaba compuesta por cinco personas, cuya violenta forma de actuar es similar a la utilizada en otros atracos por albano-kosovares. «Son auténticos profesionales que han actuado como lo harían en una guerrilla bélica», describe el concejal de Seguridad del municipio, Ramón González. Los delincuentes burlaron el control con barrera a la entrada de la urbanización Monte Encinas y penetraron en el chalé por la parte de atrás a las doce de la noche. Se llevaron dinero en metálico y joyas. La cuantía no ha sido precisada, aunque se especula que fue una cantidad importante.

«Un gran susto»

Tras conocerse el atraco, la Guardia Civil y la Policía Municipal peinaron la zona en busca de los ladrones, que ya habían huido a bordo de un coche. El concejal de Seguridad ha revelado que las cámaras de seguridad instaladas en el acceso de la M-50 a la carretera que une Boadilla con Majadahonda, en cuyos márgenes se encuentra la urbanización, han grabado el automóvil de los delincuentes. El asalto se une a una sucesión de robos violentos en la región. En apenas diez días se han sucedido atracos a mano armada a dos centros comerciales, un furgón blindado y un local de máquinas recreativas.

«José Luis ha pasado un gran susto, pero está fuerte y se va a recuperar sin problemas», ha tranquilizado su sobrina Laura Caballero, directora de La que se avecina. «Evidentemente estos atracos siempre son muy violentos, pero se ha ensalzado demasiado todo, se está contando el suceso de forma muy sensacionalista. Lo único importante es que él está bien».