La Guardia Civil desmantela un matadero clandestino de ganado que practicaba el rito musulmán
Han sido detenidos los dos dueños de la finca de Lorca, de nacionalidad española y se han inmovilizado 150 cabezas
La Verdad, , 21-12-2007La muerte mana a chorros, tiñiendo el suelo de la finca de un potente bermellón. Formando una escuadra perfecta, un centenar de varones sujetan una oveja entre sus manos. Agarran la cabeza del animal y, repitiendo la misma letanía coránica, elevan su cuello hasta que éste queda a merced de la guadaña. Un movimiento rápido parte en dos el gaznate del animal que muere, minutos después, desangrado. El ritual se ha cumplido.
Con este sangriento escenario se encontraron los agentes de la Guardia Civil de Murcia el martes cuando, en una operación policial que se ha extendido durante varios días, acudieron a una explotación y un matadero de Lorca, ambos clandestinos, de ganado ovino y caprino, ante el aviso de posibles prácticas irregulares. Y así era.
Agentes de la Guardia Civil, junto con personal de la Dirección General de Ganadería de la Región de Murcia, se personaron en estas instalaciones y encontraron a más de un centenar de ciudadanos, todos ellos de origen magrebí, que se encontraban en pleno ritual musulmán. Los varones estaban degollando, desollando y eviscerando gran cantidad de corderos y cabritos, mediante el empleo de todo tipo de cuchillos.
En otros casos, los animales eran introducidos, aún vivos, en los maleteros de los vehículos que se encontraban estacionados a la entrada de la finca. Una hilera de automóviles, de varios metros, que llamaba la atención sobre las prácticas perpetradas en la explotación.
Esta operación se produce en el marco de la tradicional fiesta del cordero o del sacrificio, en la que habitualmente las comunidades islámicas degüellan a cientos de animales, en recuerdo del cordero que Abraham mató como sacrificio a Dios en lugar de su propio hijo.
Las instalaciones ganaderas y el matadero desmantelados carecían de autorización para su funcionamiento y desarrollaban sus actividades con absoluta ausencia de control sanitario, vendiendo los animales a un precio inferior al de mercado.
Las dos personas que regentaban esta explotación, ambas de nacionalidad española, han sido detenidas en el transcurso de esta operación. Se les imputan delitos contra la salud pública y de estafa. Además, un total de 150 cabezas de ganado ovino y caprino han sido inmovilizadas cautelarmente, al carecer de la preceptiva identificación sanitaria individual.
Actualmente, el sacrificio de ganado sin control veterinario ni sanitario resulta especialmente peligroso para el ser humano debido a enfermedades como las encefalopatías espongiformes transmisibles (mal de las vacas locas o scrapie de las ovejas) y la fiebre catarral ovina (lengua azul).
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