El PP presentó ayer su última iniciativa parlamentaria de la legislatura, un informe en el que sostiene que la política migratoria llevada a cabo por el Ejecutivo es un «fracaso», carece de «prestigio y firmeza», tiene abundantes «deficiencias» y está caracterizada por la «descoordinación entre los diferentes ministerios», la «ausencia de una autoridad central reconocible» y «la inexistencia de información».

«El Gobierno ha instalado la desconfianza y la preocupación en la sociedad española respecto a la inmigración», concluye el texto, que se registró en el Congreso después de que los grupos no lograran ponerse de acuerdo el martes sobre el documento que pretendía trazar las bases de la política migratoria de los próximos cuatro años, gobernara quien gobernara.

El principal partido de la oposición considera que hemos pasado «del efecto llamada al efecto invasión» y que «llegar ilegalmente a España es relativamente fácil, mientras que hacerlo legalmente presenta enormes dificultades». «El Gobierno no ha sabido dotarse de un modelo de gestión de la inmigración», añade.

Y propone, frente a esto, un paquete de medidas centradas, entre otras cosas, en darles «incentivos» a los extranjeros para que regresen a su país; captar a los más cualificados; cambiar la Ley de Extranjería para que no puedan hacerse más regularizaciones extraordinarias; reforzar los controles de las fronteras por tierra, mar y aire, y destinar más dinero a integrar a los que se quedan para siempre.

La secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, aseguró a este periódico que la política migratoria «de verdadero disparate» que se ha llevado a cabo en este país a lo largo de estos cuatro años «se pone de ejemplo en toda Europa para decir cómo no se hacen las cosas».

El Secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo, respondió a Pastor lamentando que el PP «acabe la legislatura con la misma actitud con la que la empezó: haciendo un uso partidista de la inmigración».

Zerolo pidió al PP que «empiece a tener un mínimo de sentido de estado y deje de utilizar la inmigración de forma partidista».