El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, se entrevistó ayer con la consejera de Bienestar Social del Ejecutivo canario, Inés Rojas, para materializar el ofrecimiento hecho por la Iglesia para buscar centros que se encarguen de acoger y formar a los chicos que viven en los dispositivos de emergencia.

EL DÍA, S/C de Tenerife

El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, y la consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno canario, Inés Rojas, mantuvieron ayer una entrevista, después de que la Conferencia Episcopal manifestara su posición favorable a ofrecer apoyo de la Iglesia para acoger menores extranjeros acogidos en los dispositivos de emergencia de las Islas.

Tal y como indica un comunicado del Obispado, Bernardo Álvarez se comprometió, en un corto periodo de tiempo, a contactar con el encargado de migraciones de la Conferencia Episcopal Española, el obispo José Sánchez, así como con diferentes ONG para ir habilitando las posibles infraestructuras religiosas destinadas a la acogida de estos menores.

En la misma reunión, Bernardo Álvarez manifestó que la Diócesis, a través de Cáritas, ya tiene dos centros de acogida para inmigrantes, además de programas de apoyo jurídico para estas personas. A ello hay que sumar la atención inmediata que se realiza en numerosas parroquias. Asimismo, recalcó que, más allá de la urgencia de la atención social siempre necesaria, “la Iglesia desarrolla una misión educativa muy importante de cara a la integración de este colectivo en las Islas”.

Inés Rojas expresó que el encuentro sirvió para comprobar que la Iglesia, a través de su red de acción social, también está acogiendo a inmigrantes que cumplen los 18 años y que no poseen documentación ni empleo. La consejera señaló que ya se ha empezado a gestionar la posibilidad de habilitar instalaciones de la Iglesia, tanto en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, como en la Península, para poder trasladar a los chicos.

Rojas, añadió que la situación en algunos centros del Gobierno, como puede ser el de La Esperanza, “es muy preocupante y se hace necesario, de forma urgente, ir trasladando menores a otras instalaciones”.

Precisamente ayer, diez menores procedentes de varios países subsaharianos llegaron a Segovia, para vivir en una vivienda gestionada por la Asociación Comisión Católica Española de Migración (ACCEM), en virtud de un convenio alcanzado por esta ONG con el Gobierno de Canarias.

Los niños, con edades entre los 14 y los 17 años, proceden principalmente de Senegal, Gambia y Guinea, y han llegado a la capital segoviana a primera hora de la tarde acompañados por monitores de ACCEM, una organización especializada en programas de acogida a refugiados.