Después de años de aplazar el proyecto, a partir de hoy los indocumentados detenidos en el país tendrán un lugar con condiciones dignas donde permanecer mientras esperan ser deportados.

Las nuevas instalaciones fueron inauguradas ayer por el presidente Óscar Berger, la ministra de Gobernación, Adela Camacho de Torrebiarte, y el director de Migración, Santos Cuc.

El edificio, de cinco pisos, tiene capacidad para 150 inmigrantes, mientras que en el antiguo albergue apenas cabían 30, en condiciones pésimas.

Las instalaciones cuentan con todas las medidas de seguridad, y también con un patio, donde los migrantes podrán ejercitarse o tomar aire.

Hasta ahora, cuando eran detenidos, los indocumentados tenían que permanecer encerrados en hoteles de la zona 1, con vigilancia policial y sin poder ni siquiera salir a caminar un rato, o eran enviados al minúsculo albergue de la zona 9.

En éste, las mujeres eran las más afectadas, ya que no había áreas separadas por género, y en algunas ocasiones otros inmigrantes intentaban abusar de ellas.

Además, cuando se trataba de víctimas de trata de personas, de nacionalidad extranjera, no había dónde refugiarlas. Ahora, en el nuevo edificio, se les proporciona habitación individual, con baño, y reciben apoyo psicológico.

La ministra dijo: “Ese tipo de avances sirven para que Guatemala recupere la dignidad como país, ya que es imprescindible darle un trato justo a los inmigrantes que, por la razón que sea, no pueden permanecer en el país”.

Santos Cuc reconoció el esfuerzo de su equipo de trabajo en Migración y el empeño del presidente Berger en ese proyecto.