Cientos de personas se congregan frente a la salida principal del Aeropuerto Internacional El Salvador, en Comalapa, donde esperan con una gran expectativa a sus parientes, muchos de los cuales vienen cargados con maletas.

Sin embargo, unos metros más allá, son solo algunas decenas de personas las que esperan a aquellos que vuelven frustrados tras haber sido deportados desde Estados Unidos. Ante la prensa esconden sus caras, no les gusta dar declaraciones.

Ahí no hay muchas maletas, solo una bolsa plástica con algunas pertenencias les acompañan a su salida del Programa Bienvenido a Casa. Mientras, Balbino Velásquez, coordinador de la unidad de repatriaciones de la Dirección General de Migración de El Salvador, da cuenta de las últimas estadísticas: Ayer vinieron 120 personas repatriadas sin antecedentes, 30 de ellas mujeres.

Para hoy se espera otro vuelo con 66 personas que tienen antecedentes penales, esos que para el viceministro de Seguridad, Ástor Escalante, golpean para el tema de seguridad y que con los que ingresarán mañana al país superarán los 5,000.

Ellos representan nada más un 25% del total de salvadoreños deportados que Migración espera que cierre con una cifra final de 20,075, eso considerando que los vuelos federales vengan hasta el 21 de diciembre. La cifra no llegará a los 28,000 que se esperaban a inicio de año; pero sí representa un 40% más que en 2006.