Mismos derechos para todas y todos
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 18-12-2007EL 2007 ha sido otro año duro para muchas personas inmigrantes y sus familias en Europa. Un año más, los partidos políticos y la patronal han consensuado y aplicado políticas restrictivas y de recorte de derechos sociolaborales a estas personas. Por esto, el reto es muy grande en la lucha hacia la defensa de la igualdad de derechos para todas las personas.
Las anteriores son sumas a las muchas razones por las cuales hoy 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Inmigrantes, no puede ser durante más tiempo un día corriente en el calendario de Euskal Herria y del mundo.
Alguien dirá que es otro día internacional más, pero no lo será para las 200 millones personas inmigrantes en el mundo, incluyendo las 153.552 personas inmigrantes empadronadas en Euskal Herria, es decir el 5,6% de la población, ni para las no empadronadas. Ni lo debería ser para el resto de las personas que viven aquí, a poco que estén sensibilizadas con la realidad de la inmigración, y que luchen por un mundo justo.
Lamentablemente hoy la tasa de pobreza entre la población inmigrante extracomunitaria alcanza el 41,1% en Euskal Herria, es decir, diez veces mayor que el resto de la población. Sin olvidarnos de lo que ocurre en el ámbito laboral, las personas inmigrantes, junto con las mujeres y la gente joven, prestan sus servicios en los sectores más precarios. Y una de las graves consecuencias de esta precariedad es la alta tasa de siniestralidad laboral, que entre las personas inmigrantes es del doble del resto de gente activa laboralmente. Una situación que debe impulsar a reclamar un cambio.
Estos son algunos de los argumentos por los que el 18 de diciembre debe ser un paso más hacia la búsqueda de consensos sociales alternativos, para reclamar a gobiernos y patronal replantear los programas actuales de integración, así como la derogación de la Ley de Extranjería del Estado español. Una Ley que es el principal obstáculo a la inserción social y laboral para muchos hombres y mujeres que conviven hoy día en esta sociedad.
Alrededor de la inmigración acechan otras amenazas. Muchas veces sus realidades sólo llegan a la mayor parte de la gente a través de los medios de comunicación, donde se bombardea más con el dolor y las debilidades de las personas inmigrantes, que con las bondades de sus aportes y la riqueza de su pluralidad. Es lamentable que en la mayoría de ocasiones se distorsione la realidad en el discurso y se presente la inmigración como algo negativo, lo cual genera rechazo, racismo y xenofobia. Siendo un tema pendiente, y creciente, muy peligroso, que se debe atender de manera urgente.
Se trata de encubrir que el problema real radica en el recorte de inversión en sanidad, educación y vivienda, entre otros, mientras se muestra riqueza en las arcas del gobierno, a través de los superávit y ocultando el desvanecimiento del estado de bienestar.
Asimismo hay que denunciar la forma en que la patronal se aprovecha de la situación de la inmigración. No se quiere personas, se quiere mano de obra barata, que no exija ni conozca sus derechos, con el perfil que se precise (joven, sano, cualificado o sin estudios), a bajo precio o en oferta, y en las condiciones que desee el empleador, con o sin contratos. El ejemplo claro es la denominada contratación en origen, un procedimiento suscrito en la Ley de Extranjería, a la cual acude la patronal como si de “la lista de compra” se tratara.
El camino al cambio debe ser la permanente reivindicación, en la cual se incluya el reclamar los derechos sociales, laborales y políticos para todas las personas. Porque todos y todas debemos tener las mismas oportunidades para vivir dignamente. Lo hemos ganado por el hecho de ser personas. Los recursos del mundo nos pertenecen a todas y todos. Por tanto, tenemos derecho a disfrutarlos en igualdad de condiciones.
Desde ELA invitamos a que este 18 de diciembre salgamos a la calle todas las personas y organizaciones. Con el lema A igual trabajo, mismos derechos , y para exigir el fin a toda política represiva, injusta, excluyente, discriminante, xenófoba o racista.
- Responsable del Área de Inmigración de ELA
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