EFE, Ginebra/Madrid

La igualdad de trato y oportunidades, el derecho a la reagrupación familiar, el derecho a un trabajo digno y la ratificación de tratados internacionales que garanticen los derechos fundamentales son las principales reivindicaciones en el Día del Migrante, que se celebra hoy, 18 de diciembre.

En un comunicado, UGT ha pedido que se reconozca la contribución de los inmigrantes al desarrollo de las sociedades ricas y que se luche contra los abusos.

El sindicato ha indicado que el derecho a vivir en familia facilita la integración social de los inmigrantes y ha criticado la propuesta de la tarjeta azul de la Unión Europea, que otorgaría un trato preferente a los trabajadores cualificados en materia de reagrupación familiar.

También ha solicitado, como la Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem), que España ratifique tratados internacionales como el de la Convención del Consejo de Europa contra la Trata de Personas, que persigue garantizar los derechos y libertades de los inmigrantes y luchar contra las conductas delictivas de las que son víctimas.

Por su parte, Accem ha denunciado que las redes delictivas y mafiosas que trafican con inmigrantes y los explotan mueven más de 12.000 millones de dólares anuales.

Esta asociación ha solicitado a los países ricos que la lucha contra la trata de personas se haga desde la perspectiva de los Derechos Humanos y que no se dirija únicamente a las víctimas de explotación sexual, sino a todas las que sufren cualquier tipo de explotación.

Garantía de derechos

Por su parte, la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) afirmó que para lograr una correcta gestión de la movilidad laboral mundial es necesario garantizar los derechos humanos de los emigrantes.

“La promoción de la contratación y de políticas de empleo transparentes son fundamentales para velar por los derechos de los emigrantes y los trabajadores con contrato”, explicó en un comunicado de prensa Brunson McKinley, director general de la organización con sede en Ginebra.

En su opinión, el respeto de los derechos humanos de los migrantes y de los trabajadores temporales con contrato “es esencial para garantizar que la movilidad laboral mundial aporte todo su potencial económico y humano”. La OIM aseguró que para lograr un mejor desarrollo económico y social, tanto en los países de origen como en los de acogida, son necesarios el diálogo y la cooperación entre los estados y el resto de actores implicados.