«Me consideran un padre de segunda clase», señala José Francisco Pastor. Este malagueño será padre de una niña en unas semanas, y como todos los progenitores de niños españoles nacidos después del pasado 1 de julio, llamó para informarse sobre el cheque – bebé. Pero para su sorpresa, le dijeron que no podía ser beneficiario de la ayuda de 2.500 euros. «Mi pareja es paraguaya y todavía no estamos casados, así que no está en situación regular y el requisito para que nos den el dinero es que ella lleve dos años viviendo en España de forma legal», explica José Francisco, que no entiende por qué la ley establece que sólo las madres son las beneficiarias de esta ayuda.

La única posibilidad de que le concediesen la subvención sería que la madre falleciera en el parto, según le indicaron en la oficina de Gestión Tributaria que tramita las solicitudes. «Si yo fuese el irregular y la madre fuese española, no habría ningún problema«, dice, «creo que esta ley discrimina a los padres y nos deja en un segundo plano».

Así lo cree también José Luis Rodríguez, abogado de la asociación de ayuda a los inmigrantes Málaga Acoge, que señala que la ley deja fuera a los padres. «Hay un vacío con respecto a los padres», afirma.

Agujeros legales

No es el primer caso que se plantea con este problema, según fuentes de la Gestión Tributaria, el número de información para solicitar el cheque bebé (901 200 345) ha recibido muchas llamadas con el mismo caso, pero que ellos deben atenerse a lo que dice la norma.

Para el diputado socialista Miguel Ángel Heredia la ley debe establecer unos marcos. El hecho de que un padre español no pueda solicitar la ayuda porque la madre no lleve viviendo de forma regular dos años en el país es para el diputado el mismo caso que los padres de hijos que nacieron unos días antes del 1 de julio. «También es injusto para ellos que por sólo unas horas no puedan pedir esta ayuda, pero de alguna forma había que acotar a los destinatarios, y en definitiva se trata de una ayuda destinada a la madre para poder controlar de alguna forma esa subvención», asegura Heredia. Algo que, sin embargo, no es un gran consuelo para José Francisco.