La ciudad de Valencia contará, el próximo mes de marzo, con su primer centro específico de acogida y atención integral para la inmigrantes. Tras cuatro años de reiteradas reivindicaciones de las ONG, una reunión ayer con el Ayuntamiento y la Generalitat acabó con el anuncio de las 70 plazas.

“Estamos muy satisfechos con el resultado. Ahora sólo queda solventar las necesidades de este invierno, pero la situación no es mala”, resumió Luis Poveda, en nombre de todas las asociaciones implicadas.

El edificio se ubica en la avenida del Puerto y actualmente es un albergue juvenil. Sin embargo, en marzo concluye el convenio firmado para la atención de jóvenes y la intención de la Delegación de Bienestar Social es llegar a un acuerdo con la entidad religiosa propietaria de las instalaciones para transformarlas en un centro para la integración de extranjeros.

En el año 2003 varias organizaciones sociales comenzaron a reclamar a la Administración la creación urgente de un centro de acogida. El primer motivo es que empezaba a agravarse la situación de las decenas de inmigrantes que malvivían en el antiguo cauce del río Turia.

Casi medio centenar de ONG exigían a la Generalitat que cumpliera con lo que había firmado en el Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace 2001 – 2006), que preveía 12 instalaciones de este tipo en municipios de la Comunitat.

Cumplido el plazo del documento, la Generalitat no había habilitado ni un solo centro. Y bajo el puente de Ademuz ya llegaban a congregarse hasta 100 y 150 inmigrantes.

Mientras tanto, los extranjeros eran baldeados por los servicios de limpieza, multados por la policía, amenazados por grupos violentos e incluso agredidos. Edificios medio en ruinas alquilados y los centros temporales abiertos por Cáritas dieron solución parcial al problema.


Manifestaciones y acampadas

Acampadas de protesta y manifestaciones semanales instaron una y otra vez a la Administración a “asumir su responsabilidad y cumplir con su obligación”.

El pasado verano, el campamento del río fue desalojado por la Policía Local para construir un estanque y evitar nuevos asentamientos. Pero finalmente será el Ayuntamiento de Valencia la institución que, con apoyo de la Conselleria de Inmigración, dará respuesta a esta necesidad.

La concejala de Bienestar Social, Marta Torrado, destacó ayer que con estas 70 plazas, la ciudad contará con un total de 448 en albergues y pisos de acogida para personas sin recursos. Precisamente las cifras fue uno de los puntos que dificultaron el acuerdo con las ONG. La Red de Acogida de la Inmigración, el Foro Alternativo, la Mesa de Entidades y la Asamblea Baobab desmentían que los servicios sociales tuvieran disponibles tantas plazas.

La mediación de la síndica de Greuges, Emilia Caballero, ha sido fundamental en los últimos meses para desbloquear la falta de entendimiento.

Este invierno han llegado menos inmigrantes para la campaña de la naranja y algunos se han trasladado a Jaén. “Confiamos en que el Ayuntamiento alojará en albergues o pensiones a quienes lo necesiten”, destacó Poveda.

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