Más de 600.000 extracomunitarios trabajan en situación irregular en España

Más de la mitad de los empleos creados fueron ocupados por inmigrantes, según el estudio «La inmigración en España 2006» - Pese a ello, la imagen que tienen de ellos los ciudadanos es positiva

La Razón, Xosé Casas, 14-12-2007

MADRID- De los 767.000 nuevos puestos de trabajo creados en España en 2006, 450.000 fueron ocupados por inmigrantes. Hasta aquí los datos que recoge la estadística oficial. Sin embargo, son muchos más los extracomunitarios que trabajan de forma irregular en España. A finales de 2006 eran unos 600.000, según recoge el Anuario «La inmigración en España en 2006» presentado ayer por los presidentes del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro, y de la Fundación Cidob, Narcís Serra, y el catedrático de Sociología Joaquín Arango.
Según el informe, la creciente llegada de inmigrantes y, en especial, su aceleración a partir de comienzos de siglo, está provocando un enorme aumento de empleo en la economía española en el último período. Durante los años 2001-2005 se produjo una intensa progresión, de manera que si en el primer período el número medio de nuevos empleos se situó en unos 670.000 por año, esa cifra aumentó en el citado periodo hasta los 690.000 anuales.
El anuario pone de relieve que el elevado ritmo de aumento de la población extranjera es reflejo de la incapacidad de la oferta española para atender el crecimiento del mercado de trabajo. Durante la presentación, Gómez-Navarro hizo referencia al sector de la construcción, en el que trabajan 311.281 inmigrantes, y aseguró que se debería «recolocar y darles una formación porque se va a generar un paro importante». En este sentido, las principales inmobiliarias españolas aseguraron el miércoles que la crisis del sector amenaza con destruir 500.000 puestos de trabajo en los próximos dos años.
Gómez-Navarro recordó que España recibió al 40 por ciento de los inmigrantes llegados a la Unión Europea, y subrayó que en la próxima legislatura será muy importante abordar cómo debe ser gestionada, algo que, en su opinión, deberá ser hecho con visión empresarial.
El informe señala también que la población potencialmente activa española ha experimentado en 2006 una «profunda acentuación de sus rasgos más negativos», con una importante reducción de efectivos de 16 a 34 años, la estabilidad de los 35 a 50 años y una notable alza de los de 50 a 64 años.
Asimismo, en relación a la evolución de los afiliados extranjeros a la Seguridad Social tras el proceso de regularización de casi 580.000 personas en 2005, el estudio refleja el resurgimiento de un volumen importante de economía sumergida, a la vez que las cuentas de la Seguridad Social se vieron notablemente mejoradas. Dicha idea es avalada por el presidente de la Fundación Cidob, Narcís Serra, que considera el proceso positivo porque «legalizó relaciones laborales existentes». Sin embargo, aseguró que «la economía sumergida es muy difícil de contabilizar y nunca se reducirá a cero».
Con respecto a la opinión pública, a medida que ha ido aumentando la presencia de inmigrantes ha crecido también el interés por conocer de los españoles. Durante 2006, esta cuestión adquirió una especial notoriedad, según una encuesta realizada por el Instituto de Estudios Avanzados de Andalucía para el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (IESAA), que afirma que la valoración de la presencia en España de personas de diferente origen racial, religioso o cultural es más bien positiva para una amplia mayoría (65 y 70 por ciento respectivamente). Sin embargo, aun teniendo esta percepción genérica positiva como telón de fondo, se constata una creciente preocupación por la inmigración. Así, en los últimos años, diversos estudios sociológicos muestran un aumento notable del porcentaje de españoles que menciona de manera espontánea a la inmigración como uno de los tres principales problemas del país.
En relación con el carácter de la inmigración, el sociólogo Joaquín Arango aseguró que se trata de una inmigración mayoritariamente laboral y sin estudios, aunque aseguró que «se está produciendo el crecimiento de la de carácter familiar». Asimismo, afirmó que «se experimentan necesidades crecientes de trabajadores cualificados» y recordó el carácter multidimensional y multifacético. En palabras de Serra, y en relación con lo explicado por Arango, es necesario recordar que España es un país que no tiene tradición migratoria como por ejemplo Inglaterra o Francia.
Asimismo, el estudio refleja los flujos de entrada a España y la distribución territorial que en 2006 mantenía el mismo patrón que en el año 2004. Cataluña continúa representando de manera destacada el principal destino de entrada de los flujos del exterior con el 23,1 por ciento, seguida de la Comunidad de Madrid (17 por ciento) y la Valenciana.
Por otra parte, en referencia al vínculo que los inmigrantes mantienen con su familia, el 65 por ciento de los que se conectan a internet lo hace semanalmente para relacionarse con su país, a través del chat, consultando el correo electrónico o visitando páginas web del país de origen, según el «Estudio de medios para inmigrantes» realizado por la Asociación para el Conocimiento de la Población Inmigrante.

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