Representan ya el 15% de los que trabajan «Son más emprendedores que los españoles», dice el Consejo Superior de Cámaras de Comercio Después de explotar el polvorín racista de El Ejido, su polémico alcalde, Juan Enciso, resumía los incidentes con una frase brutal: «A las ocho de la mañana todos los inmigrantes son pocos. A las ocho de la noche, sobran todos». Han pasado siete años, pero buena parte de los españoles sigue pensando lo mismo.

«Aunque hay un consenso generalizado en afirmar que los inmigrantes desempañan trabajos para los que no hay mano de obra suficiente y que los españoles no quieren realizar […], se extiende la sensación de que los inmigrantes reciben mucha atención por parte de los poderes públicos en relación a otros colectivos». La frase aparece en La inmigración en España en 2006. Anuario de inmigración y políticas de inmigración, un libro lleno de datos que el Consejo Superior de Cámaras de Comercio presentó ayer en Madrid.

Los empresarios han analizado cómo los extranjeros han contribuido a crear riqueza en nuestro país, pero, también, la percepción que tienen de ellos los españoles. Las primeras conclusiones son positivas. Las segundas, no tanto.

Porque, de los 767.000 nuevos puestos de trabajo creados en España en 2006, 450.000 fueron ocupados por inmigrantes. En otras palabras: sólo el 42,2% de los nativos pudieron encargarse del nuevo empleo y el 58,8% restante se habría quedado sin cubrir de no ser por los extranjeros. Pero, aún así, la sociedad cree que el Estado discrimina a los jóvenes, a los pensionistas, a los parados y a las mujeres trabajadoras frente a los recién llegados.

No cuenta que los inmigrantes ya representen el 15% de los ocupados (frente al 6% registrado en 2001), ni que el mercado laboral vaya a seguir necesitando la inmigración en «proporciones muy elevadas» para mantener el aparato productivo, según vaticina el estudio. Ni que realicen las tareas más duras de la construcción (376.700 obreros foráneos en enero de 2007, un 21% más que el año anterior), empleos que peligran por la crisis que atraviesa el sector.

El presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, tenía claro ayer por quién apostaba: «El crecimiento económico de nuestro país no se puede explicar sin la llegada de los inmigrantes. Estos son mucho más emprendedores que los españoles».