Las regiones gobernadas por el PP están decididas a no parar hasta conseguir que el Gobierno les responda. Anteayer plantaron al ministro de Sanidad, Bernat Soria, en el Consejo Interterritorial de Salud porque éste no quería hablar de financiación. Ayer volvieron a hacer ruido y, al final del Consejo Superior de Política de Inmigración, improvisaron una rueda de prensa para quejarse sobre este mismo asunto.

Representantes en políticas de inmigración de la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Murcia y la Comunidad Valenciana se cruzaron de brazos al término del máximo órgano de coordinación entre los gobiernos central y regional en materia migratoria (el más importante es la Conferencia Sectorial de Inmigración, que se creó en marzo, pero todavía no se ha reunido). Respaldados a distancia por los de Canarias, Ceuta, Melilla y Navarra, acusaron al Gobierno de «no ser transparente».

«Pedimos con suficiente antelación, y de la manera prevista, que en la reunión de hoy [por ayer] se hablara de unos temas, casi todos relacionados con la falta de información que existe», explicó a este periódico el consejero de Inmigración madrileño, Javier Fernández – Lasquetty. Pero, según él, la secretaria de Estado Consuelo Rumí les dio la callada por respuesta. Entre otras cosas, quieren que el Gobierno les aclare cómo va a repartir el Fondo para la Acogida de Inmigrantes en 2008. Y también exigen que les diga de una vez cuántos extranjeros en situación irregular hay en España.