Álava aumentará en un 70% las ayudas por acogimiento familiar en los próximos años

Diario de noticias de Alava, garikoitz montañés, 13-12-2007

La asociación Besarka anima a la Diputación a apostar por estos núcleos familiares como “un recurso para el menor”

vitoria. ¿Se puede criar a un hijo con 335 euros al mes? Roberto Zorrilla y Lorea Durana han comprobado que no. Este matrimonio gasteiztarra, que ya cuenta con dos hijos biológicos adolescentes, confió en la vía del acogimiento familiar y han recibido en su casa, de forma temporal, a un pequeño que ya tiene 5 años. Ahora han iniciado los trámites para convertirse en los canguros a largo plazo de otro chico de 4. La experiencia les dice que deberán apretarse el cinturón, porque, a pesar de las ayudas de la Diputación, tendrán que pagar dinero, por así decirlo, por ser solidarios. El Ejecutivo foral ya se ha comprometido a solventar esta situación: por ello, en esta legislatura aumentará las ayudas hasta acercarlas, como ya ocurre en Gipuzkoa, al Salario Mínimo Interprofesional, ahora en 570,62 euros.

La experiencia de Roberto y Lorea sólo sirve de ejemplo. Son una de las 70 familias que participan en la actualidad en el programa de acogimiento familiar del Ejecutivo foral. Su caso quizá tiene más relevancia, porque Roberto Zorrilla es el presidente de la asociación proacogimiento de menores Besarka. Según los últimos datos que maneja la entidad, en torno a 103 niños y jóvenes viven con familias de acogida. Desde hace tres años, prácticamente todos son de origen inmigrante.

un programa consolidado Las cifras mantienen los registros del año pasado – récord de los últimos quince años, con 104 – y una línea en continua progresión. En 1992, según fuentes del Departamento de Política Social, apenas hubo 34 acogidos. Las estadísticas tienen varias lecturas, incluso contradictorias. Por un lado, demuestran que, a pesar de la sociedad del bienestar en la que nos encontramos, todavía hay padres que, por diversos problemas – las drogas, el alcohol o el maltrato están entre ellos, pero no son ni mucho menos los únicos – , se ven incapacitados para ocuparse de sus retoños y, de forma temporal, tienen que confiar en unos padres de acogida. Por otro, certifican que el programa se ha consolidado.

Para que vaya a más, una de las antiguas reivindicaciones de Besarka era que la Diputación apueste por esta vía de forma más decidida, “como un recurso para el menor”. La asociación cree que, por el momento, un niño en este tipo de situaciones se asocia antes a un centro de protección que a una familia, cuando esta segunda opción representa una convivencia más normalizada para el acogido y una opción más barata para las instituciones. Besarka calcula que una plaza en un centro cuesta diez veces más que esta prestación mensual.

la reunión del martes La asociación sostiene que, con las ayudas actuales, no basta. Este martes, trasladó estas reivindicaciones al Departamento de Política Social, que ha recogido el guante. Fuentes forales confirmaron que habrá novedades sobre el acogimiento familiar en los próximos años: se aumentarán las partidas “tendiendo al Salario Mínimo Interprofesional”, se modificará el decreto que regula este programa para incluir diversas propuestas de Besarka, y se potenciará la formación de las familias extensas .

Este término se refiere a la situación en la que un niño de acogida pasa a vivir con algún pariente. Es el modelo más habitual de acogimiento, ya que se da en el 65% de los casos. Las familias ajenas , sin ningún vínculo con el acogido, se sitúan sensiblemente por debajo. Tanto en unos casos como en otros, desde Besarka cree que se superarían obstáculos si las familias ven que, además de hacerse cargo de una persona, no tienen que perder – o, mejor dicho, invertir – dinero.

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