Unos 40 inmigrantes subsaharianos murieron de sed y hambre después de que el cayuco en el que pretendían llegar a las Islas Canarias se quedara a la deriva frente a las costas senegalesas. La barcaza había partido de la isla de Diogué, al sur de Senegal, el pasado 30 de noviembre, transportaba 130 personas y durante los últimos seis días de travesía los pasajeros no comieron ni bebieron.

Según la policía de Senegal, el cayuco encalló el pasado sábado en Yoff (al norte de Dakar) con los 90 supervivientes. Setenta de los inmigrantes, entre ellos el patrono de la barca, consiguieron huir antes de la llegada de las fuerzas de seguridad, mientras que otros 20, en malas condiciones físicas, fueron ingresados en diversos centros de salud de Dakar.

Los pasajeros que no se encontraban en el cayuco “murieron en alta mar y fueron arrojados por la borda”, explicó el coronel Alioune Ndiaye, citando testimonios de los supervivientes. La Policía de Dakar informó que la mayoría de los pasajeros eran senegaleses, gambianos y nigerianos.

Otro naufragio

Por otro lado, al menos 48 inmigrantes subsaharianos se encuentran desaparecidos después de que la noche del sábado naufragara en aguas del Sáhara Occidental la patera con la que pretendían ganar las costas canarias.

Según las autoridades de Marruecos, patrulleras de este país rescataron con vida a seis de los 54 pasajeros de la barquilla, que se fue a pique a unas 28 millas náuticas al norte de Dajla, la antigua Villa Cisneros, capital del protectorado español. La patera en dificultades fue avistada por un pesquero marroquí, que fue quien alertó a los barcos de la Marina Real, que durante toda la jornada del lunes prosiguieron sin éxito la búsqueda de supervivientes y cadáveres.