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A la caza del voto hispano

Los candidatos republicanos corean en un debate en Miami el célebre «¿por qué no te callas?» del Rey para recuperar la confianza perdida de los inmigrantes latinoamericanos

El Correo, 11-12-2007

«¿Por qué no te callas?» – la frase convertida en un fenómeno mediático dentro y fuera de Venezuela – ha llegado a desembocar tras su singladura hemisférica y trasatlántica en la reñida precampaña de Estados Unidos. Durante el primer debate en español doblado para candidatos del Partido Republicano, el senador John McCain no dudó en utilizar la lengua de Cervantes para reiterar la ya célebre expresión monárquica. Una repetición también coreada por el ex alcalde Rudy Giuliani y que refleja la muy poca gracia que el régimen de Hugo Chávez causa entre las primeras filas de la política estadounidense.

En el obligado interrogatorio sobre las relaciones de Washington con Iberoamérica, el plantel de candidatos republicanos expresó con vehemencia su respaldo al bloqueo comercial hacia Cuba y su rechazo a los intentos de convertir a Venezuela en otra dictadura de por vida. La única voz disidente fue el libertario John Paul, que entre las pitadas de la audiencia congregada en la Universidad de Miami, insistió en que con Chávez al igual que con Fidel Castro lo mejor es la normalidad y los intercambios electorales. A su juicio, «cuando interferimos es cuando creamos a los Chávez y a los Castro de este mundo».

Durante el debate organizado por la cadena Univisión, los siete republicanos ajustaron sus respectivos mensajes a la audiencia hispana, empezando por ablandar su colectiva línea dura en materia de inmigración. Y sin querer entrar en demasiados detalles sobre qué hacer con los de 10 a 12 millones de ‘sin papeles’ acumulados por Estados Unidos desde la última gran amnistía de los años ochenta. Prefiriendo recalcar que los indocumentados suponen una injusticia para la inmigración legal.

Apoyo a los demócratas

Todas estas filigranas retóricas y esfuerzos evasivos reflejan cómo el problema de la inmigración ilegal se ha convertido en una de las cuestiones más venenosas de este ciclo electoral que en cuestión de poco más de veinte días comenzará con los ‘caucus’ de Iowa. Con el problema electoral agregado de que los republicanos están perdiendo posiciones dentro del decisivo voto hispano de Estados Unidos, en beneficio de los demócratas.

Un sondeo publicado esta semana por el respetado Pew Hispanic Center atribuye una creciente diferencia del 57% de votantes hispanos demócratas frente a un 23% republicanos. Esta tendencia contrasta con las elecciones de 2004, en las que Bush obtuvo un récord de más del 40% del voto hispano. Para 2008, los votantes hispanos tendrán de nuevo un protagonismo destacado en una serie de estados especialmente disputados como Nuevo México, Florida, Nevada o Colorado.

El foro de Miami de los republicanos, con un doblaje bastante chapucero al español, tenía que haberse celebrado el pasado septiembre. Pero entonces solamente McCain se había declarado dispuesto a participar. Finalmente, el debate – semejante a ya celebrado por los demócratas – contó con la participación de todos los conservadores salvo el congresista Tom Tancredo, candidato de segunda fila que ha centrado su campaña en la lucha contra la inmigración ilegal.

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