CRÍTICA DE CINE

Entre el Sáhara y Gibraltar

El Correo, 11-12-2007

Tres jóvenes africanos, Buba, Violeta y Mukela, son los protagonistas de este concienciado semidocumental del honesto cineasta andaluz Gerardo Olivares, filmado con toda la buena voluntad del mundo y unas ambiciones cinematográficas a tono con los dramáticos hechos descritos. Desde el Sahara hasta el Estrecho de Gibraltar, asistimos a un azaroso viaje, repleto de incidentes, paisajes exóticos, inseguridad y deseos de labrarse un futuro mejor. Sin embargo, le falta hondura y le sobran tópicos a estos discretos ‘14 kilómetros’, que a la postre no añade nada nuevo a cuanto conocíamos de antemano.

Se dan cita aquí situaciones de índole cotidiana y personajes de notable diversidad, pero que no inciden hasta sus últimas consecuencias en ese plus de diversidades (en plural) que retrata la película y que se pueden reagrupar en cuatro categorías: lingüística, de costumbres, religiosa y étnica. Como señala el profesor Giovanni Sartori: «Una política de inmigración que no distingue el trigo de la paja, que no sabe o no quiere distiguir entre las distintas ‘extrañezas’ es una política equivocada, destinada al fracaso».

Son palabras mayores, que el filme no analiza a fondo; como tampoco lo hace con el hecho de que la creciente presión del mundo afroárabe sobre Europa no es la pobreza en sí misma, muchos países de África – dicho sea con todo respeto – son pobres desde siempre. Si se ha acentuado ahora es sobre todo por culpa de la explosión demográfica, que algunos gobiernos se obstinan irresponsablemente en promover.

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