CARRERA HACIA LA CASA BLANCA / El voto de los inmigrantes
Los republicanos cortejan a los hispanos en su lengua
El Mundo, , 11-12-2007La mayoría de los aspirantes acepta participar en un debate televisivo retransmitido únicamente en español Tras varios meses de reticencias y recelos, la mayoría de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca aceptaron celebrar un debate en español para la principal cadena hispana de EEUU, Univisión. Finalmente, sólo Tom Tancredo, candidato de furibundo discurso contra la inmigración ilegal, prefirió boicotear el acto, que tuvo lugar en la Universidad de Miami.
Siguiendo el mismo sistema que en el debate demócrata de hace un par de meses, también para Univisión, los periodistas de la cadena dirigían sus preguntas en español a los candidatos que, tras escuchar por un auricular la traducción de los intérpretes, respondían en inglés. Pero los telespectadores no podían escuchar sus voces, sino las de los siete traductores, cada uno asignado a un aspirante. La única forma de seguir el debate en inglés era a través de los subtítulos del teletexto.
Como no podía ser de otra manera, el tema central del debate fue la inmigración, el asunto que más ha movilizado a la comunidad hispana durante la última legislatura a raíz de la fracasada reforma de la ley de inmigración. Este hecho supuso un reto para los candidatos republicanos pues, a excepción de John McCain, en los anteriores debates habían entrado en una especie de subasta en la que se disputaba quién era el más contundente en su rechazo a la inmigración ilegal.
Su estrategia para intentar seducir a los votantes hispanos, o al menos no alienarlos, fue combinar los elogios a su enorme aportación económica y cultural a EEUU – una retórica inédita hasta ahora en los mítines republicanos – , con la insistencia de la necesidad de reforzar el control fronterizo y cumplir la ley.
El cambio de tono de Mitt Romney, que había declarado en una entrevista a Fox News que les diría a los clandestinos «iros a casa», fue paradigmático. «Aquéllos que han venido de forma ilegal deberían tener la oportunidad de ser tratados igual, sin un camino privilegiado para acceder a la ciudadanía», explicó el candidato mormón.
Los otros dos candidatos favoritos en el proceso de primarias republicano, Rudy Giuliani y Mike Huckabee, el emergente ex gobernador de Arkansas y pastor fundamentalista, manifestaron la misma posición que Romney, y defendieron que los inmigrantes clandestinos deben volver a sus países e iniciar desde allí el proceso burócratico para volver a EEUU legalmente.
Una vez más, el senador John McCain fue el que expuso un discurso más diferenciado, y lanzó una clara advertencia a sus adversarios sobre la posible pérdida de apoyo entre la comunidad latina por su posición en el debate migratorio: «Creo que a menudo la retórica que muchos hispanos oyen sobre la inmigración ilegal les hace creer que no buscamos su apoyo».
En este sentido, una encuesta reciente muestra que los republicanos podrían perder los avances conseguidos entre los votantes latinos en los últimos años. Según el sondeo, un 57% de los votantes hispanos se decanta por los demócratas, mientras sólo un 23% lo hace por los republicanos. En cambio, en 2004 un 40% votó por Bush.
El otro tema central del debate fueron las relaciones con América Latina, especialmente con Cuba y Venezuela. Ron Paul fue el único favorable a mejorar las relaciones con el régimen castrista, lo que provocó un abucheo. Giuliani, cuya empresa de consultoría ha sido acusada de haber trabajado para Chávez, dijo «estar de acuerdo con el Rey Juan Carlos en la forma en la que habló a Chávez».
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