Aproximadamente la mitad de los 11.000 inmigrantes llegados a las costas canarias desde África en 2007 han sido repatriados a sus países de origen, y el resto han sido distribuidos en centros de la Península, según afirmó ayer el delegado del Gobierno en las islas, José Segura.

Únicamente los inmigrantes menores de edad han permanecido en Canarias – cuyo número se acerca ya al millar – ya que legalmente su tutela corresponde a la Comunidad Autónoma, agregó Segura, quien señaló que a principios de 2008 dará un balance más preciso de las cifras sobre inmigración llegada a las Islas en expediciones clandestinas.

Segura se mostró “impactado, dolido y triste” por las muertes de inmigrantes a su llegada a Canarias, seis en lo que va de mes, pero al mismo tiempo afirmó que está orgulloso del trato humanitario que reciben los supervivientes. También consideró que la cumbre de Lisboa entre la Unión Europea y África “ha sido muy importante”, al haberse producido por primera vez un encuentro de este tipo.

“El futuro de África necesita de la cooperación, y Europa es consciente de que el éxodo de jóvenes africanos es por falta de horizontes para el desarrollo y de que la salida de cayucos se deriva de la miseria”, manifestó.