El Ayuntamiento de Burjassot anunció ayer que dará parte a los Servicios Sociales para que investigue a los inquilinos y el propietario de una vivienda de la localidad donde residen aproximadamente una veintena de rumanos.

José Luis Andrés Chavarrías, alcalde de Burjassot, aseguró ayer que tratará de averiguar si los inquilinos se encuentran empadronados en la localidad y comprobar en qué condiciones se ha pactado el alquiler. Investigarán si el propietario ha arrendado a varias familias las habitaciones de la vivienda o si se la alquiló a otro, y este es quien realquila a otros compatriotas.

Los vecinos de la calle Virgen del Pilar, en la zona del Empalme de Burjassot, llevan sufriendo esta situación desde el pasado mes de agosto, cuando la vivienda comenzó a llenarse de inquilinos.

Los gritos y los ruidos que provienen del interior del inmueble son constantes, así como la entrada y salida de personas a todas las horas del día.

El último problema han sido unas filtraciones de agua a una vecina a causa de las malas condiciones de las tuberías.

El hacinamiento de inmigrantes en estas viviendas se conoce como pisos pateras. El pasado jueves había en la casa siete personas de nacionalidad rumana, aunque admitieron que residen muchos más.

Según los vecinos del inmueble, el piso fue comprado por un ciudadano paquistaní, que vive actualmente en Teruel y lo ofreció en alquiler a través de una inmobiliaria de Alzira. Los vecinos dicen que sólo lo han visto una vez.

En los últimos meses, agentes de la Policía Local han tenido que acudir en nueve ocasiones al citado inmueble.