Familia estafada por tercera vez al querer salir sin papeles

El Universo, EL TAMBO, Cañar, 07-12-2007

Un agricultor pagó más de $ 2.000 a empresa Páramo Lorente para trabajar en Murcia, España. 

“A recoger limones y naranjas en Orihuela (Alicante – España), le llevaban supuestamente a mi marido, pero después de ocho meses nos dijeron que los papeles fueron negados y no había quién devuelva la plata”, cuenta Rosaura Calle, sin dejar de bordar una pollera, labor que le deja al mes ingresos por $ 8.

Bolívar Sayteros, esposo de Calle, pagó más de $ 2.000 a la empresa Páramo Lorente Servicios S.L., de Orihuela, en marzo pasado, cuando a través de su hermano Carlos, quien reside en esa localidad  hace 5 años, supuestamente comprobó la existencia de esta por internet.

“Mi cuñado le dijo que la empresa sí existía y que le prestaba  1.520 euros (más de $ 2.000), para que le tramiten la visa”, recordó Calle y admitió que entregaron el dinero a una persona oriunda de la comunidad de Narrío, cantón Cañar.

Según Calle, el contacto de la empresa en Cañar visitó a Sayteros y lo invitó a una reunión en Narrío, el 13 de marzo, a la que asistieron unas 80 personas, la mayoría indígenas, a quienes convenció de participar en una oferta de trabajo para agricultores en España.

“No sabemos cuántos entregaron el dinero, pero mucha gente estaba contenta”, dijo la mujer de 44 años, que residió en Murcia (España) con su esposo, desde 1997 hasta el 2002. Viajaron como turistas, pero se quedaron trabajando en fincas agrícolas y enviaban a sus dos hijas $ 2.000 mensuales, con lo que construyeron una casa en El Tambo (Cañar).

“Por el sufrimiento de las niñas, que tenían 15 y 11 años, regresé”, explicó. Un año después su esposo volvió a Ecuador por un problema de salud. Intentó emigrar nuevamente, pero le negaron la visa.

En febrero del 2006  pagó a un coyote de Cañar $ 3 mil para viajar a Estados Unidos, dinero que perdió porque la ruta no se concretó. A inicios del 2006 perdió $ 580 que pagó a la empresa Eurowork para viajar a España con visas de trabajo.

“A mi esposo lo contratan por días (es albañil) y a mí me compran una pollera cada mes. Así no podemos criar a nuestras hijas”, dijo Calle, quien tuvo su tercer hijo hace cinco años. Esta historia es parte de las  375 que sufrieron una estafa  que se indaga en España.

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