CARLA FIBLA – Rabat. Corresponsal

“Las marroquíes son serias, no se quejan y aguantan toda la temporada”, dicen los empresarios
Puntuales, esperando pacientemente que comenzase P la selección, miles de mujeres procedentes de todo Marruecos acudieron a los puntos de encuentro anunciados por la Agencia Nacional de Promoción del Empleo y de las Competencias (Anapec) en Mohamedia, Fez, Agadir y Dajla (en el Sahara Occidental) para optar a uno de los 11.227 puestos de temporeras en la recogida de la próxima cosecha de la fresa en Huelva.

Del cupo autorizado desde el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales español para potenciar la inmigración legal y organizada con Marruecos, 4.000 serán destinados a las mujeres que trabajaron en el campo español en el 2007.

Con la cifra total se observa que la oferta de trabajo temporal en el país magrebí ha sido casi triplicada (8.341 nuevas contrataciones).

Los empresarios del sector han manifestado a la Administración española su satisfacción por el resultado de la última cosecha. “Las marroquíes son serias, no se quejan y aguantan toda la temporada”, señaló ayer una portavoz de la empresa Freshuelva desde Mohamedia. De hecho, de la mitad de la mujeres que firmaron un contrato de entre tres y seis meses en el 2005 para recoger la fresa, y que al concluir su estancia legal en España decidieron quedarse, se ha bajado hasta un 13% en el 2006.

“Si me contratan no me voy a quedar. Mi prima prefirió quedarse en España el año pasado y ahora lo está pasando muy mal. No tiene trabajo, ni papeles. Se arrepiente de no haber vuelto porque habría tenido un trabajo seguro cada año con los contratos temporales”, explica Aicha Mounmia mientras aguarda paciente su turno después de haber hecho más de 300 kilómetros para probar suerte este año en el proceso de selección.

La Anapec, junto con los responsables de Freshuelva y de la consejería laboral de la embajada española en Marruecos, busca un perfil muy definido de la trabajadora marroquí “perfecta”. En los anuncios se pide mujeres de entre 18 y 40 años, con experiencia en el trabajo agrícola, que residan en el campo, con una buena condición física y que tengan hijos a su cargo. Este último punto se señala con interés durante las entrevistas de los seleccionadores y no es raro verlas llegar acompañadas de niños de corta edad. Los seleccionadores consideran que, una vez en España, estas trabajadoras no se van a plantear la posibilidad de permanecer de forma clandestina en el país.

La oportunidad para estas mujeres procedentes del campo de ganar 35 euros al día por jornadas de 6,5 horas durante al menos tres meses, diez veces más de lo que se embolsan en su país (unos tres euros por jornada) supone la cantidad que pueden obtener durante todo un año en Marruecos, eso considerando que puedan trabajar durante doce meses.

“El Gobierno español está haciendo una apuesta muy fuerte por Marruecos al haber aumentado tanto el cupo de contratos, aunque la demanda era aún mayor”, comentan desde Freshuelva. Este año se formalizarán contratos en Ucrania, Polonia, Bulgaria, Rumanía y Marruecos, y se ejecutará un programa piloto en Senegal (700 personas que ya están siendo seleccionadas). La intención del Gobierno español es aumentar el número de contratos como marca el programa Aeneas de la Unión Europea, que aboga por la contratación en origen como medida de control del flujo ilegal migratorio.