El mercado negro laboral ha crecido casi un diez por ciento en quince años

El número de trabajadores ceutíes sin contrato roza el 40 por ciento, el peor dato en ocho años, según la Encuesta de Indicadores Sociales del INE La tasa de paro ha caído ocho puntos desde 1995, pero dobla la media nacional

Diario Sur, JAVIER SAKONA, 07-12-2007

El paro es un problema endémico de Ceuta. Así lo cree el delegado del Gobierno, Jenaro García – Arreciado que, en un ejercicio de realismo ante los medios de comunicación, reflexionó sobre la imposibilidad de encontrar una solución a las elevadas tasas de paro. El fuerte crecimiento vegetativo y la incapacidad económica de Ceuta para crear empleo ponen aún más difíciles las cosas, apuntó García – Arreciado. Y la estadística le da la razón, aunque sólo en parte.

En 1995 la tasa de paro según la Encuesta de Población Activa (EPA) rondaba el 27 por ciento. Doce años más tarde la EPA está anclada al 20,08 por ciento, más del doble de la media nacional que oscila alrededor del 8 por ciento. Y la razón no estriba sólo en la debilidad del mercado laboral de la ciudad, también en el vicio crónico de la economía sumergida.

Sin contrato

Y es que en 1991, hace 16 años, el setenta por ciento de los trabajadores ocupados tenía contrato. Hoy ese porcentaje ha caído ocho puntos, lo que supone que casi la mitad de los trabajadores, cuatro de cada diez, de la ciudad autónoma carece de un contrato. Este registro es el peor desde el comienzo de siglo y el segundo más bajo en estos 16 años que analiza el muestreo sobre Indicadores Sociales del Instituto Nacional de Estadística (INE) recientemente actualizado.

Una de las características del desempleo en la ciudad autónoma es el parado de larga duración. En 1995 casi un millar de personas llevaban en el paro más de dos años y estaba considerado parado de larga duración, un 22 por ciento de la población activa. Quince años más tarde esa cifra ha caído considerablemente pero los desempleados crónicos aún suponen casi el diez por ciento de los trabajadores en edad de trabajar, exactamente el 8,97 por ciento.

En lo que respecta a los jóvenes, en 1991 un 43 por ciento de los menores de 25 años aún no habían logrado su primer contrato legal. Quince años más tarde, en 2005, el porcentaje ha caído casi veinte puntos pero aún está en el 15,29 por ciento de la población activa.

La mano de obra extranjera no supone condicionante alguno. En 1991 los trabajadores foráneos son 1.876, en 2005 apenas se ha doblado el número de ellos y alcanzan los 3.240. El 75 por ciento son hombres.

Planes de empleo

Un vistazo a las cifras desde 1991 a 2005 (años que cubre el estudio del INE) basta para descubrir que un año marca un antes y un después: 2001, año de la firma del Plan Especial para el Empleo, que redujo considerablemente las cifras y es en este año cuando se dan los mejores registros, aunque el efecto pasó apenas dos años más tarde.

Cifras estancadas

Ceuta no ha logrado bajar del 20 por ciento de paro pese al paso firme en la creación de empleo que ha vivido España en estos últimos años. Si en 1991 la tasa de paro rondaba el treinta por ciento, hoy sólo ha logrado bajar hasta el 20 por ciento, 12 puntos más que la media nacional. Y aunque ha crecido el número de contrataciones se ha acentuado la eventualidad ya que nueve de cada diez son contratos temporales. Y por si fuera poco, a la eventualidad se le suma la ilegalidad con el fuerte crecimiento de las contrataciones irregulares, un 8 por ciento más habituales que en el siglo pasado.

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