Los inmigrantes que llegaron entre la noche del martes y la madrugada de ayer a tierra canaria no son culpables de nada: sólo de querer vivir, que no es poca cosa en sus países de origen. 2: El dramatismo de las imágenes registradas a pie de playa justifica que el encuentro entre los presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Paulino Rivero se acelere. No es que uno y otro vayan a solucionar el drama – cuando no la tragedia – de la inmigración irregular, pero una mayor colaboración entre las dos administraciones ayudará a paliar tanto sufrimiento. 3: El esfuerzo de los equipos de Salvamento y de quienes les atienden a pie de playa es impagable. Se han ganado a pulso todos los reconocimientos, todos los Premios Canarias y todos los títulos honoríficos de los siete cabildos. Más no pueden hacer, pero más seguirán haciendo. Ése es su gran mérito. 4: En pleno frenesí consumista por las Navidades, esos seres humanos llorando de dolor, desesperación y extenuación sobre la playa son el necesario contrapunto, el recordatorio obligado de que la realidad humana puede ser otra bien diferente a la que disfrutamos en este Primer Mundo. Sólo es cuestión de azar: nadie elige donde nace. 5: La fiesta de la Constitución queda aguada por la muerte del segundo guardia civil tiroteado por los asesinos de ETA. 29 años festejando una Carta Magna que consagra las libertades, los derechos y los deberes, y todavía hay gentes que entienden que la vida está sujeta al capricho de un tercero. 6: La Delegación del Gobierno en Canarias hace bien empapando a las nuevas generaciones de talante constitucional. Con un poco de suerte, a lo mejor a medio plazo evitamos estériles debates sobre la identidad patria y cómo se articula el Estado de las Autonomías. 7: Creen las fuerzas políticas que una reforma constitucional que consolide el reconocimiento de la singularidad canaria no vendr ía nada mal. Tienen razón pero si no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo para mejorar el Estatuto de Autonomía, largo me fían el consenso para tal modificación de la Carta Magna. 8: Jerónimo Saavedra volvió a dejarse ver por el Parlamento de Canarias y no tuvo reparos en fotografiarse junto a los otros ex presidentes que acudieron al acto institucional. El hoy alcalde sigue dejando constancia de que está para dejarse ver y se deja ver para seguir estando. Queda Saavedra para rato por más que en el grupo de gobierno alguno y alguna haya comenzado a preparar las oposiciones para recibir la herencia. Y ahora las dos certezas: a) El Gobierno canario sale de Guatemala para meterse en Guatepeor. Ha enredado tanto el asunto televisivo que cada nuevo paso lo embarra todo un poco más. Habiendo sido elegido Guillermo García (Willy García) para el cargo de director, pretender justificarlo es hacerle un flaco favor. Otros más. Le toca tomar posesión y demostrar la valía, que ojalá sea tanta como la responsabilidad política de quienes lo eligieron. Y b) La presencia de la cúpula del grupo Prisa en la conferencia de Rivero en Madrid no significa que los fichajes de García  y el director de la radio canaria estuviesen pactados entre el gobierno y el grupo mediático – yhotelero – , no lo olvidemos – .

No sólo no hubo pacto, sino que lo de ambos cargos recuerda más bien los tiempos en que Florentino Fernández dejó al Barça sin Figo. Claro que Figo era fantástico, pero ése era otro cantar.