Las políticas de inmigración provocan un nuevo enfrentamiento
La Vanguardia, , 01-12-2007R. SUÑÉ – Barcelona
Trias lamenta la “exaltación banal de la diferencia” de una medida de promoción de la interculturalidad
Tampoco en un asunto tan sensible y frágil como las políticas de inmigración el bipartito y la oposición municipal fueron capaces de ponerse de acuerdo. El debate de una medida de gobierno, en la que se anunció una larga serie de iniciativas para la promoción del diálogo intercultural a partir del 2008, tenía todos los números para pasar desapercibida en una sesión repleta de grandes momentos. Pero ni siquiera en este punto – que no requería votación- PSC e ICV-EUiA encontraron el aliento del tripartito opositor.
Museos, centros culturales y cívicos, fiestas populares como la Mercè o el Carnaval, festivales musicales, escuelas y bibliotecas programarán el año que viene – con voluntad de continuidad- actos para fomentar el conocimiento de las distintas culturas que conviven en una ciudad con más de un 16% de población foránea. El primer teniente de alcalde, el socialista Carles Martí, dijo que “se dará una especial relevancia al calendario festivo de otras culturas y habrá un fuerte contenido académico”.
Con la intervención de Xavier Trias afloraron las primeras discrepancias. El líder de CiU se quejó de que el gobierno no hubiera consensuado la iniciativa con la oposición, a pesar de que, en la reunión de la comisión de inmigración de la semana pasada, Jordi Hereu reiteró el compromiso de buscar el máximo acuerdo en torno a esta materia, tal y como es norma en el Ayuntamiento de Barcelona. Trias criticó la “exaltación banal de la diferencia” por parte de PSC e ICVEUiA, reclamó un mayor protagonismo de la lengua y la cultura catalanas y pidió a Martí la retirada de la medida de gobierno por no haber sido consultada antes con el resto de grupos.
La popular Àngels Esteller puso el énfasis en la necesidad de “evitar discursos demagógicos que ponen en riesgo la cohesión de nuestra sociedad” y de exigir a los inmigrantes que acepten las normas de convivencia. La portavoz del grupo del PP también lamentó que el gobierno no ponga el acento en el castellano, la lengua mayoritaria de la inmigración en Barcelona. El reproche del republicano Xavier Florensa fue en sentido contrario: teme que el año de la interculturalidad no se aproveche para promover el catalán. “No puede ser – afirmó- que la nuestra sea una lengua más de las 125 que se hablan en Barcelona”. Elsa Blasco (ICVEUiA) y Carles Martí insistieron en que la medida de gobierno es sólo un punto de partido y aseguraron que es voluntad del gobierno municipal seguir contando con la oposición.
La iniciativa defendida por el teniente de alcalde fue el primer punto de un pleno marcado por las divergencias y por la aprobación de una trilogía de proposiciones (AVE, Collserola, hooligans) que, si bien no tiene un efecto práctico inmediato, no está carente de un alto valor político.
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